Paolo Guerrero tiene un núcleo familiar poco usual. A lo largo de su carrera como figura pública, el futbolista peruano de 39 años ha tenido varias relaciones amorosas, de las que han nacido hasta ahora cuatro retoños. Aunque sus pequeños no suelen aparecer con tanta frecuencia en cámaras, algunos registros en las redes sociales dejan en evidencia el gran parecido que tienen con él. Te contamos todo de ellos.
Los hijos de Paolo Guerrero
Según Infobae, Paolo Guerrero se convirtió en padre cuando estaba en pareja con Maria Irene Santana Baltar Nuerberger. El nombre que le dio a su primer hijo, que nació varón, fue Diego Enrique. Hasta ahora, este es el que más ha sido expuesto en las redes sociales por Guerrero, pues ha tenido más tiempo de vida para compartir con él. Tiene 17 años.
Otros dos hijos llegaron a la vida de Paolo cuando se enamoró de una alemana llamada Larissa, para después continuar su vida amorosa con la peruana, Katia Montenegro. Su bebé con Larissa fue llamado Alessio, mientras que Katia le dio la dicha de traer al mundo a su única hija mujer, Naela. Ambos tienen 10 años de edad, según los post del futbolista en Instagram.
Finalmente, el cuarto hijo de Guerrero es André, el bebé recién nacido que procreó con Ana Paula, su actual pareja. De este, aún no se conocen imágenes.
¿Cuál de los hijos de Paolo se parece más a él según sus fans?
En uno de sus últimos post, Paolo Guerrero mostró cómo compartía con sus dos hijos, Alessio y Naela, en lo que parecía ser un lugar público. A su publicación, anexó una imagen de Diego, su hijo mayor, mientras disfrutaba en solitario, en un ambiente nevado.
Allí, cientos de fans opinaron sobre el parecido de los menores con su padre. Algunas de las reacciones sugirieron: «Wtf el hijo mayor es igualito a Paolo», «Tus hijos se parecen mucho a ti, la niña sí a su mamá pero sacó tu color y cabello», «Bellos como el papá», «Uno de tus hijos se parece a tu prima Karim, el de la mano izquierda», «Mucho parecido a la abuela Peta, y el mayor a Paolo…», «Los 3 son una gota de agua» y «Los ojos de papá, qué bellos».
