Al compararnos con otras especies animales, solemos resaltar nuestra habilidad exclusiva para reconocer la existencia de nuestra propia persona y la de los demás como seres con perspectivas, metas y motivaciones únicas y variables. En cierto modo, somos seres conscientes, lo cual puede ser motivo de cierto orgullo, aunque quizás sin una justificación clara. No obstante, esto representa solamente una de las perspectivas del asunto.
Aunque la conciencia puede tener ciertas ventajas debido a nuestra capacidad para pensar en abstracto, también puede generar problemas que otras especies no tienen. Una de las preguntas que puede surgir como resultado de esta capacidad es la clásica «¿Quién soy yo?» que puede plantear desafíos para nosotros.
¿Quién soy YO? [Respuesta de ACERTIJO 2023]
Si no podemos responder a la pregunta «¿Quién soy yo?», puede ser un obstáculo para nuestra felicidad. Saber nuestra identidad y metas es fundamental para encontrar bienestar en nuestra vida diaria. Aunque no saber la respuesta no significa que estemos condenados. No hay evidencia de que la capacidad de responder a esta pregunta sea innata o inamovible, sino que depende de nuestras elecciones y el entorno en el que vivimos. De hecho, hacernos esta pregunta puede ser necesario para seguir creciendo y asegurarnos de estar en el camino correcto.
Respuesta
Encontrar la respuesta a la pregunta «¿Quién soy yo?» implica lidiar con la contradicción entre nuestra percepción actual de nosotros mismos y nuestra visión ideal de lo que nos gustaría ser. Es difícil evaluar nuestra propia valía sin compararnos con una versión idealizada de nosotros mismos, que representa todo lo que queremos llegar a ser. Es importante trabajar en nuestra autoestima y potencial para abordar esta pregunta con confianza y sin temor.