ROBINHO cumplió UN AÑO en la cárcel acusado de VIOLACIÓN. El ex CRACK brasileño de 41 AÑOS juega FÚTBOL y arregla TVS y radios en PENITENCIARÍA TREMEMBÉ

Por Luis Daniel Córdova

Luis Daniel Córdova

Robinho cumplió un año en la cárcel, el ex crack brasileño de 41 años, es acusado en firme a 9 años por una violación grupal en Italia a una ciudadana albanesa en 2013 en una discoteca de Milán, que siempre ha negado, pero cuya sanción no ha podido evitar.

Sus abogados siguen trabajando en apelar la pena, con constantes demandas y apelaciones, que siguen sin cristalizar, al considerar que la justicia brasileña no se empareja con la italiana y debe ser la legislación local la que se imponga. Robinho está encarcelado en la famosa penitenciaría de Tremembé, en el interior de Sao Paulo, en la que suelen recaer criminales famosos u otro tipo de personalidades famosas que corren peligro en otras instalaciones por su repercusión social. 

Conocida como la ‘cárcel de los famosos’ en ella conviven políticos como Luiz Estevao o celebridades como Antonio Marcos Pimienta das Neves. También asesinos famosos como Cristian Cravinhos o Alexandre Nardoni.

Robinho fue arrestado en Santos (Brasil) después de que el STJ (Tribunal Superior de Justicia) decidiera que el exjugador de 40 años debe cumplir por violación en Brasil.

Mientras apura la vía técnica, el exjugador brasileño, ex de Santos, Madrid, City o Milan, se centra en lograr un régimen semiabierto en su condena a través del buen comportamiento carcelario que le permita gozar de una libertad condicional que aún no tiene. Los medios brasileños cuentan estos días que su comportamiento es modélico, y su relación con el resto de reclusos, perfecta.

Mantiene la cabeza baja y avanza con calma, es un preso ejemplar y no ha tenido problemas con otros presos, se mantiene ocupadoMario Rosso (abogado)

Cuando juega al fútbol lo hace con botas prestadas por el resto de reclusos, encantados de verle jugar en el patio. En su primer partido, en un campo de tierra, y con los guardias como público, recibió un patadón a la tercera bicicleta, que le dejó en el suelo. «Ya le han bautizado», fue el grito del resto de reclusos. 

Además, Robinho participa en el club de lectura, el huerto, arregla TV’s y radios, y su actitud en la ‘cárcel de los famosos’ de Tremembé es modélica

La cárcel y la foto policial de Robinho.
La cárcel y la foto policial de Robinho.SAP
La cárcel donde está Robinho.
La cárcel donde está Robinho.

Participa en actividades deportivas mientras toma el sol, arregla televisores y radios gracias a un curso de electrónica de 600 horas, está apuntado al club de lectura, cuida el huerto, y ha completado los 10 módulos del Programa de Educación para el Trabajo y la Ciudadanía, en busca de una rebaja de pena o que al menos su régimen sea semiabierto: por cada 12 horas de trabajo rebaja un día de pena. 

El exfutbolista se encuentra en una celda de 8 metros cuadrados en compañía de otro recluso, de 22 años, en su caso por inducir al suicidio o automutilación a alguien.

Solo puede recibir visitas de sus familiares en grado 1, es decir, padres, hijos y cónyuge. Lo suele hacer, una vez al mes, Robinho Jr, de 17 años y recién contratado por el Santos recientemente. ¿Y que puede recibir en la cárcel de sus familiares? De comida, postres, carne, verdura, refrescos, aguas, ensaladas, también algo de ropa (chanclas, bermudas, suéters), juegos como ajedrez o damas, material para escribir y revistas o libros, no pornográficos.

«Mantiene la cabeza baja y avanza con calma, es un preso ejemplar y no ha tenido problemas con otros presos, se mantiene ocupado», asegura Mario Rosso, su abogado. El ex futbolista pasó diez días en una celda de aislamiento, los diez primeros, hasta que fue trasladado a una celda común.

El jugador asegura que aquella noche tuvo una breve relación con la víctima y quiso dejar claro que la relación fue consentida y que en las pruebas policiales no lograron detectar su ADN (habría usado preservativo).

«Nunca lo negué. Fue consensuado. Nunca lo negué. Podría haberlo negado, porque mi ADN no está ahí. Pero no soy un mentiroso. Tuvimos una relación superficial y rápida. Intercambiamos besos, después de eso me fui a casa. Había otras personas en el lugar. Cuando vi que ella quería seguir con otros chicos, me fui para casa…. Nunca lo negué», explicó el ex del Santos, que volvió a firmarle por cuarta vez en 2020… pero le rescindió el contrato ante la presión popular.

En todo caso, la pena ya no tiene marcha atrás. El Tribunal de Casación de Roma, la última instancia del poder judicial en Italia, ratificó en 2020 la condena de nueve años y a su amigo Ricardo Falco por «violencia sexual en grupo». Hubo otros cuatro brasileños involucrados, pero que salieron de Italia rápidamente y no fueron notificados. Uno de ellos, Rudney Gomes, que tenía 46 años y fue guardaespaldas de Robinho, ha sido encontrado muerto esta semana fruto de un posible suicidio.