Nació en Puno, tiene 33 años y a una década de haberse iniciado en los deportes consiguió convertirse en la única sudamericana en parabádminton clasificada a los Juegos Paralímpicos Tokio 2020. Ella es Pilar Jáuregui Cancino, laureada paratleta en las disciplinas de básquet, tenis de campo y bádminton.
«En 2011 empecé a practicar deporte por puro gusto, no pensando que algún día me convertiría en una deportista de alto rendimiento». Así comienza la historia de Pilar, quien afirma que tanto el básquet como el tenis se han complementado a la perfección y le han dado las habilidades necesarias para posicionarla como un símbolo del parabádminton en el Perú.
Antes de comenzar en el parabádminton, Jáuregui actuó como deportista profesional en básquet (llegó a ser la capitana del equipo y a representar al país en los Parapanamericanos Toronto 2015) y tenis de campo (donde desde el 2011 hasta el 2015 ha conseguido varias medallas en Sudamericanos y Panamericanos).
«Tenía muy buena carrera y más logros en tenis. En 2011 fue mi primer torneo internacional en Chile, como deportista y como tenista», se acuerda.
Inicios
Pilar Jáuregui nació con luxación de cadera congénita bilateral y desde los 10 años comenzó a ser operada.
«Cuando era niña, yo caminaba, corría, pero conforme fui creciendo mi cadera fue empeorando y perdiendo movilidad. Entonces, desde los 19 años, empecé a necesitar ayuda biomecánica», recapitula.
Gracias a Raquel, su madre, es que Pilar tuvo un primer acercamiento a los deportes. La paradeportista de 33 años recuerda que un día mientras acompañaba a Raquel a una maratón, esta la invitó a correr con ella.
«Definitivamente le dije que no porque estaba en una silla clínica. La esperé a que termine y durante la carrera mi mamá vio a alguien que tenía una silla especial para correr, se acercó a preguntarle sobre dónde podía conseguir una igual para mí y resultó que el señor que fabricaba las sillas practicaba tenis. Él fue quien me invitó y me quedé», señala.
Con 23 años es que Pilar Jáuregui inició en los deportes. Sin embargo, el tenis no sería donde se quedaría para siempre.
Símbolo del parabádminton
En 2015, influenciada por Pedro Pablo de Vinatea, pionero del parabádminton en el Perú, es que llegó por primera vez a conocer esta disciplina. Además, reconoce que el entrenador Isaac Núnez también jugó un papel importante, ya que la impulsó a enfocarse en este deporte.
«No es hasta el 2017 que decido enfocarme al 100% en el parabádminton. Durante dos años estuve practicando las tres disciplinas mañana, tarde y noche. Pero creo que eso me ayudó porque el básquet me dio la facilidad de manejar la silla de ruedas mientras que el tenis, la habilidad con la raqueta», cuenta.
Pilar resalta que desde que entró en esta disciplina sus compañeros siempre intentaron que se supere. La destacada paradeportista juega en la categoría WH2 (silla de ruedas) en las tres modalidades (singles, dobles y mixtos), pero asegura que mejor se desenvuelve en singles.
Ello le dio la medalla de oro en la modalidad singles en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019.«Para Lima 2019 tuvimos un buen equipo y estoy segura que para Santiago 2023 vamos a llegar con más preparación», reafirma.
La tan ansiada clasificación: Tokio 2020
La primera vez que el bádminton se hizo presente en unos Juegos Paralímpicos fue en Tokio 2020 y Pilar logró alcanzar la tan ansiada clasificación convirtiéndose en la única sudamericana en dicha categoría en unos Juegos Olímpicos.
«La noche anterior al anuncio no dormí nada, estaba muy nerviosa. La clasificación estaba muy peleada, Derly Delgado, mi entrenador, y yo habíamos trabajado muy duro. En Tokio di todo dentro de mis posibilidades. No sentí nervios y disfruté cada segundo de la competición. Ahora sé que doy para más», refiere.
Retrospección
«De allá para acá siento que todo se complementó y como resultado está la paratleta que soy. Mi objetivo ahora es no solo clasificar a París 2024 sino buscar un lugar en el podio», asevera.
A ello, añade que, desde sus inicios, ha tenido momentos buenos y muy difíciles. «Cuando fui perdiendo movilidad sufría muchos dolores, han sido momentos muy duros. Al inicio pensaba por qué a mí, pero ya luego cuando vas encontrando tu camino sabes por qué ha pasado lo que pasó», sentencia.
Durante la entrevista, Pilar siempre rescata el apoyo incondicional que sus padres le brindaron desde el comienzo de su carrera en el mundo deportivo.
«Pese a mi discapacidad, ellos nunca me prohibieron incursionar en los deportes. Creo que con el paradeporte descubres otras habilidades y movimientos que puedes desarrollar y potenciar. Te descubres a ti mismo», puntualiza.
Pilar Jáurgeui avizora un buen futuro para el parabádminton en nuestro país. A la fecha, Perú cuenta con cerca de 40 destacados paratletas. En palabras de la campeona panamericana, la nueva generación va a superar a los que están vigentes (Pedro Pablo de Vinatea, Jesús Salvá, Giuliana Póveda y ella), porque están empezando muy bien y a edad más temprana.