Luis Daniel Córdova / Enviado Especial Estados Unidos
El poderoso Palmeiras no pudo con Oporto. El Verdao murió en el intento apesar de tener más posesión de balón y hasta cinco opciones claras de anotar. Ni Vitor Roque, tampoco Estevao, pudieron romper el arco de Claudio Ramos.
Ambos equipos se repartieron los puntos en su estreno en el Mundial de clubes, encuadrados en el Grupo A, en un partido intenso de principio a fin pero sin gol. Fue 0-0 y el cuadro brasileño pudo ganar pero le faltó ser más arrollador y efectivo.
El Oporto, con un Gabri Veiga que se estrenó como titular, se encontró de primeras a un Palmeiras atrevido, presionante arriba con Vitor Roque y Estevao como referencias y sin complejos a la hora de salir a toda velocidad con la pelota. De hecho, los lusos estuvieron muy incómodos durante todo el primer acto, sin lograr conectar con su centro del campo y aferrándose a las genialidades de sus hombres de arriba.
Rodrigo Mora y Samu tuvieron las más claras del primer tiempo, pero se toparon con un hiperactivo Weverton que no paró en todo el partido de empujar a los suyos hacia arriba. Su actitud contagió al resto y Estevao tiró del carro en la otra mitad de campo. La joya fichada por el Chelsea ya avisó a los 5 minutos, pero las más claras llegaron antes del descanso: un buen zurdazo en el área que se fue al lateral de la red y, ya en el añadido, una triple ocasión en la que Claudio Ramos, guardameta de los Dragões, evitó el mazazo con dos paradones a bocajarro y sobre la línea.
Dio la sensación que no quisieron herirse con el correr del encuentro. Que se contantaron con el empate y el ver que todos en ese grupo tienen un punto. Dejando para la fecha 2, la posible clave para que se abran los clasificados a los octavos de final.
En el complemento, el ‘Flaco’ López tuvo la más clara con un cabezazo que pasó cerca del poste. Otra de Murillo en el tramo final de un encuentro que por momentos despertó con la intensidad de los protagonistas pero faltó con el olfato de gol.
El colombiano Richard Ríos entregando al máximo en cada jugada dividida.