Luis Daniel Córdova
Lo de Neymar es reiterativo. Es un fracaso gigante para el Santos. No juega, se lesiona constantemente y es expulsado de manera increíble, insólita como le sucedió en la derrota 0-1 ante Botafogo donde reaparecía después de un largo período de rehabilitación.
La situación está complicada para el jugador y el club, sin dudas, duele para los torcedores del ex equipo de Pelé ver la situación de Ney, que al parecer, regresó más a Brasil de turista, que como jugador de fútbol. Incluso Santos se ubica en el fondo de la tabla del Brasileirao y peleando por el descenso.
Neymar ha vuelto a jugar un partido después de estar lesionado durante un mes y no lo ha hecho de la mejor manera. Ha visto la segunda amarilla al intentar marcar un gol con la mano. El exjugador del Barcelona y el PSG ya tenía una amarilla por una fuerte falta en la primera etapa y el árbitro no dudó en mostrarle la segunda cuando se lanzó hacia el balón para cabecear, pero al ver que no llegaba le pegó un manotazo claramente intencional.
Una expulsión que le costó el partido a su equipo. A los cinco minutos Artur le daba la victoria al Botafogo. Un resultado que llevó al equipo carioca a la octava posición, con 15 puntos, y dejó a Santos en la zona de descenso, con ocho.

El diez fue titular, pero se le vio lento, pesado y jugó con una manga de compresión en su brazo derecho, que cubría incluso parte de su mano, aunque mantiene la calidad de su pase y dejó alguna jugada de su sello.