Luis Daniel Córdova
Se va Bielsa de Uruguay. La goleada en el amistosopor 5-1 con Estados Unidos y las malas relaciones en el camarín causó un fuerte sismo en la Selección charrúa de cara al Mundial 2026.
“Más que sus ojos, su mirada. Miraba como queriendo decir algo y no diciéndolo”. Una frase de Mario Benedetti que bien podría describir el estado de Marcelo Bielsa tras la ‘manita’ recibida ante Estados Unidos. Su pupilo, Mauricio Pochettino, agravó un mal momento que venía de lejos, desde la Copa América 2024. Uruguay está en una crisis sin precedentes. A menos de siete meses para el Mundial 2026, el ‘Loco’ podría salir del ‘manicomio’ que se ha convertido el Complejo Celeste.
Según diversas fuentes, la relación entre el técnico y la plantilla está rota. Una situación delicada que ha llevado a varios pesos pesados cuestionar el crédito del técnico de cara a la gran cita mundialista. Razones no faltan, desde el sentir generalizado de que su mensaje no cala, desde hace bastante tiempo además, hasta el planteamiento táctico, “anárquico”. En definitiva, “no está bien visto”.
En poco más de 17 meses al frente de Uruguay, el cargo de Bielsa parece correr peligro. Ya tras la Copa América hubo un amago de recesión, especialmente por cómo se trató la última etapa de una leyenda como Luis Suárez en la selección. Para la hemeroteca quedará la rajada del ‘Pistolero’ sobre el argentino. “Los jugadores van a llegar a un límite de que van a explotar”, analizó el delantero de Inter Miami. Una premonición que ha terminado cumpliéndose.
Un presente delicado, pero con el que tanto vestuario como selección tendrán que seguir aguantando. El contrato de Bielsa acaba justo al concluir la cita mundialista de Estados Unidos, México y Canadá. Sin embargo, puede decirle adiós en cualquier momento. Uruguay también se ahorraría así el finiquito millonario que debería abonarle porque “echarle vale una fortuna”.
