Luis Daniel Córdova
Joao Félix vive el mejor momento de su carrera futbolística en Arabia Saudita. Alejado de la presión y foco europeo, el portugués demuestra su calidad y talento, para volver a revalorizarse en la Liga Saudi, para volver a escuchar los 130 millones de euros que se pagaron por él. Al lado de Cristiano Ronaldo, se siente respaldado y querido. Satisfecho porque juega, hace jugar y anota.
Jugó en Atlético de Madrid, Milan o Chelsea, potencias de Europa pero encontró su lugar en el mundo en el Al Nassr, donde recuperó la esencia del jugador que maravilló al colchonero pagando casi 130 millones de euros por él.
Las cifras posteriores que ha movido el ex del Benfica no se han acercado, ni remotamente, a ese montón de dinero del club español. Ni los 52 por parte del Chelsea para retenerle en Londres, ni los 50 que puso el Al Nassr sobre la mesa para que dejara de ser Blue y se aventurara a protagonizar junto a su compatriota Cristiano Ronaldo la historia del equipo en Arabia Saudí.
A pesar de que desde que la inversión millonaria del país de Oriente Medio se ha generado un debate acerca del nivel competitivo, en este paso atrás João Félix ha vuelto a ser él mismo. Su técnica de nuevo es precisa, y también sus recursos. Con 26 años demuestra que dentro del equipo de Riad es un elemento perfecto para complementar el repertorio de estrellas con las que cuenta Jorge Jesus. Sus cifras lo demuestran –16 goles y cinco asistencias en 18 partidos-, pero también su involucración en lo que quiere el equipo. No es ni más ni menos que ser los reyes de Arabia Saudí y también del continente asiático en el futuro más inmediato.
