Luis Daniel Córdova
Le queda bien el apelativo de ‘matagigantes’ de Premier. Así se le considera a este Bournemouth de Iraola que conquistó Old Trafford por segunda temporada consecutiva con una contundente goleada al United… Golpazo para un Manchester, que a veces, desaparece. La visita con un gran Kepa y otro gol de Huijsen, han rebasado al City en la clasificación y encaran el ‘Boxing Day’ a tres puntos de los puestos Champions.
Con Rashford fuera de la convocatoria por tercer partido consecutivo, Amad Diallo volvió a erigirse como el líder ofensivo del United aprovechando la inercia con la que llegaba después de remontar él sólo el ‘Derby of Mánchester’. Suya, de hecho, fue la primera gran ocasión del encuentro. Recibió libre de marca en el interior del área… pero Kepa le leyó las intenciones para blocar un disparo al que, quizás, le faltó algo de veneno.
El Bournemouth, con dos disparos lejanos a cargo de Semenyo y Justin Kluivert, tampoco tardó en probar a Onana para ir entrando en calor. Sin embargo, fue Dean Huijsen el que abrió el marcador a los 29′ imponiéndose en el área para hacer bueno un servicio lateral a balón parado a cargo de Ryan Christie para volver a celebrar como un ‘chill guy’.
Por sexto partido consecutivo, el Manchester United comenzaba un partido por detrás en el marcador. Al Bournemouth no le hizo falta hacer gala de su asfixiante presión para cortocircuitar el juego de los hombres de Amorim… hasta que Bruno Fernandes levantó la mano. El ‘8’ rozó el gol hasta en tres ocasiones al filo del descanso. Dos se le fueron desviadas… y en la otra tuvo que aparecer Kepa para sostener al Bournemouth cuando ya se cantaba el empate.
Amorim reaccionó dando entrada a Leny Yoro… y no tardó en sacar la artillería pesada con Garnacho y Hojlund. Le sirvió al United para reactivarse y Maguire tuvo el empate con un cabezazo que Lewis Cook sacó bajo palos. Una acción clave para conservar la ventaja de un Bournemouth que no desaprovechó el penal cometido por Mazraoui para hacer el segundo en el 61′. Lo forzó Kluivert y él mismo asumió la responsabilidad.
El United colapsó y, sólo tres minutos después, Semenyo sentenció desde el corazón del área una gran jugada colectiva por parte del Bournemouth. Garnacho y Hojlund pudieron meter a los ‘red devils’ en el partido. Pero, otra vez, apareció Kepa para desbaratar ambos mano a mano y terminar de desesperar a la afición de Old Trafford, que comenzó a vaciarse mucho antes del pitazo final.