Luis Daniel Córdova
Había que ganar o ganar para clasificar a Octavos de Final, de manera perfecta. Eso hizo España que derrotó (1-0) a Italia, con fútbol, orden, personalidad, autoridad y opciones de gol para un resultado más holgado. Sin embargo, fue un autogol de Calafiori que le dio el festejo a la «Furia Roja».
España tuvo un 57% de posesión de balón y ocho remates al arco, que no se concretaron en festejo por el salvador Donnarumma o por la falta de eficacia de los ejecutantes. La ruleta de Lamine Yamal, quedará en el recuerdo de los hinchas que amamos el fútbol.
La exhibición de talento español comenzó en el primer minuto cuando Nico Williams puso un balón en Pedri, un cabeceador de guardia, que no envenenó el remate. El repertorio duró hasta el final. Si la herida italiana no fue mayor se debió a Donnarumma. España siguió atacando y llegando con Morata, Nico Williams y Fabián Ruíz
Italia se replegó y defendió cómo pudo. Sin el estilo de otros lustros de Maldini, Totti, Del Piero, Baggio, Conti o Pirlo, tiene el glamour en el outlet. En su lugar hay un puñado de competidores con algún futbolista de buena fama como Bastoni, Barella o Chiesa. No hay grandes estrellas a las que acogerse. Sólo se agarraron al orgullo del último rato para intentar asustar a Unai, que tuvo un partido más tranquilo de lo que entraba en las apuestas.
España ya está en Octavos, con 6 puntos y deja a los italianos con 3 unidades pero la premura de buscar su clasificación ante Croacia en el tercer partido del Grupo «A». Por su parte, Albania todavía con chances, deberá darle el golpe a los españoles y esperar el resultado de italianos y croatas en su último partido del grupo.