Luis Daniel Córdova
Si la posibilidad está, hay que pelearla para lograrla. Así de simple. Y eso lo tiene claro Brigthon que le ganó 3-2 a Liverpool y espera estar en Champions League el próximo año. Con 58 puntos, necesitan que el Chelsea quede fuera de los puestos de Liga de Campeones y gane la Conference League. Un escenario complejo, pero todavía viable.
El campeón de la Premier League no se jugaba nada pero tiró de orgullo en los primeros minutos. Apenas necesitó dos para que Gakpo probase fortuna con un disparo que salió rozando el poste. Siete más tarde se puso por delante. Salah prolongó con delicadeza un balón de Szoboszlai que le llegó a Bradley en la derecha, que ofreció el gol en bandeja a Elliott después de deshacerse de su par. Siguió mandando el Liverpool, que poco antes de la media hora debió ampliar su ventaja. Chiesa estaba en buena posición, pero pasó a Bradley, cuyo disparo salió ligeramente desviado.
Reaccionó el Brighton, con Welbeck cabeceando fuera. Y acto seguido, empataron. Gruda picó la pelota sobre la defensa visitante, y Ayari controló y disparó. Con dos toques batió a Alisson. Dio un paso adelante el cuadro de Hürzeler, auspiciado por sus opciones de colarse en Europa. Los reds aprovecharon el espacio que los locales dejaron atrás para llegar con velocidad a la meta rival. Provocando una falta en el último minuto del añadido. Sacada en corto, con Szoboszlai pisando el lateral del área y anotando otro golazo. Cuando todo el mundo esperaba el centro, el húngaro picó el esférico por encima de Verbruggen, y a la red.
Volvieron a la carga las gaviotas tras el descanso. Y el Liverpool volvió a encontrarse con tiempo y espacio para cerrar el partido. En el 55’, Gakpo ofreció un balón que Salah solo tenía que empujar a la red. El egipcio, encaminado hacia la bota de oro de la Premier League, desperdició la ocasión. Inexplicablemente. Metió el interior, pero la pelota salió fuera.
Creció el Brighton, el japonés cambió el partido. Tuvo un punto más de valentía el Brighton. Más intenso, más creativo. El propio Mitoma empató solo cuatro minutos después de saltar al césped. Alisson volvió a denegar a Welbeck, pero el cancerbero no pudo hacer nada cuando el balón le quedó franco al nipón.
Cerca del final, entró Hinshelwood, y en unos segundos dio el triunfo a los suyos. Estuvo en el momento adecuado, en el lugar correcto para rematar un centro de O’Riley tan preciso como precioso. El colegiado señaló fuera de juego, pero el VAR desestimó la decisión inicial. Valió el tanto. Gol para el festejo y triunfo de Brighton que mantiene la esperanza de meterse en Europa. Mantiene la fe.

Brighton le hizo partido a un Liverpool campeón que no tenía obligación por ganar.