Luis Daniel Córdova
Estrategia prendida y copiada. En la repetición está el gusto de la pauta marcada con Cristiano Ronaldo, Benzema y Neymar a la hora de captar posibles futbolistas para la Liga Saudí. La primera ha salido de maravilla para la estrategia del fútbol árabe. Algo que se acredita con la presencia de CR7 al frente del Al Nassr. La segunda, no tanto, por no decir que un completo fracaso, con esos siete partidos jugados por el brasileño.
En esos primeros contactos que se llevaron a cabo y que se están repitiendo con Vinicius, el objetivo es lograr una vinculación comercial con el futbolista en cuestión. Lo han hecho con todas las denominadas estrellas, y es una manera de tejer una red de araña alrededor de ellos, con la principal argumento del dinero.
En el caso del brasileño del Real Madrid, la historia se ha repetido. Lo que ha vendido el fútbol saudí, o mejor dicho, Arabia Saudí como tal, es participar de un proyecto de todo un país, que busca el cambio a todos los niveles. Los mejores ejemplos de ello son Cristiano, Ronaldo y Benzema, cuyas figuras van más allá de lo deportivo.
En estos contactos alrededor de Vinicius, la propuesta inicial siempre ha ido orientada hacia el marketing, hacía negocios que van más allá de lo deportivo y que desde Arabia Saudí están consiguiendo que sea un reclamo para el futbolistas, pero no para todos y sillas para las estrellas, como así es considerado que Vinicius Junior.
Esa fidelidad se termina premiando con un importante, o como apunta este caso, descomunal propuesta deportiva. El proyecto que enseñaron a Vinicius hablaba sobre lo primero y las múltiples puertas que se abren cuando ya pasas a ser uno de ellos, como así consideran a Cristiano Ronaldo o Benzema.
El Mundial 2034 y la progresiva apertura del país saudí juega a favor de los futbolistas en particular, pero con implicación en todos los deportes, empezando por el golf, siguiendo por tenís, boxeo, pádel, carreras de caballos y terminando por el fútbol. El dinero puede con casi todo.