Luis Daniel Córdova
Lo lapidan por racista. Así de simple. La FIFA ha condenado al defensa italiano, ahora en el Cesena, por haber insultado al surcoreano en un amistoso que disputó el equipo de Cesc Fábregas este pasado verano ante Wolverhampton.
Al ente rector del fútbol mundial no se le pasa una y menos, cuando entra en juego el racismo, aunque el partido haya sido un amistoso. La FIFA ha castigado con un total de 10 partidos al italiano Marco Curto por su «comportamiento discriminatorio» hacia el delantero surcoreano Hee-Chan Hwang.
El pasado mes de julio, el Marbella Football Center acogió un amistoso entre el Wolverhampton inglés y el Como 1907, el equipo recién ascendido a la Serie A dirigido por Ces Fábregas.
Los Wolves ya iba ganado 1-0 gracias al gol de Matt Doherty cuando el italiano Marco Curto, que ahora milita en el Cesena, se dirigió al surcoreano Hee-Chan Hwang con términos despectivos y racistas. Tanto es así que sus comentarios desencadenaron la reacción de Daniel Podence, que terminó con la expulsión del portugués.
«Se suspende el cumplimiento de la mitad de esos partidos por un período de prueba de dos años, y se ordena al jugador que preste servicios comunitarios y reciba entrenamiento y educación con una organización aprobada por la FIFA», ha expuesto el máximo organismo del fútbol mundial, que tuvo que actuar tras la queja formal de la Asociación Coreana de Fútbol.
Como 1907, en su momento, dio respuesta a las quejas por la situación que se creó a causa de su futbolista y se expresó de esta manera: «Nuestro club no tolera el racismo y condena de la forma más absoluta todas sus formas. Hablamos con el defensor en cuestión para entender lo que dijo. Nos contó que el comentario que le hizo a un compañero de la defensa fue: ‘No le hagan caso, se cree que es Jackie Chan’. En lo que respecta a nuestro club, nuestro jugador no dijo nada intencionadamente despectivo. Estamos decepcionados de que la reacción de algunos jugadores de los Wolves haya hecho que el incidente se haya exagerado».
El Wolverhampton ha reaccionado a la decisión de la FIFA, «acogiéndola con satisfacción» y que cree que esta sanción envía un mensaje claro de que el racismo y el comportamiento discriminatorio no serán tolerados en el fútbol ni en la sociedad.