Luis Daniel Córdova
Uruguay logró empatar en El Alto, a 4.150 metros de altitud y eso ya es motivo de celebración a pesar de que no han cortado la mala racha en estas Eliminatorias y a que fueron inferiores en todo momento a una Bolivia necesitada de los tres puntos. Sin embargo, la Celeste da un pasito más hacia el Mundial y los locales pierden una clara opción de hacerse fuertes en la séptima plaza. Los jugadores uruguayos sufrieron con la falta de oxígeno y se dejaron la piel para defenderse de las embestidas que comandaron Vaca o Miguelito Terceros.
El duelo cerca del cielo se tornaba complicado porque los resultados en la previa no venían dándose para Uruguay, que venía de perder con Argentina en Montevideo y muchos dimes y diretes en su vestuario. Por tanto, Bolivia llevó el mando del juego en todo momento y cuando apenas habían transcurrido 10 minutos de juego el cansancio era evidente en buena parte de los jugadores. La Celeste intentó por todos los medios mantenerse ordenada en campo propio para limitar los espacios. La selección de Villegas sufrió para ser precisa y sus ocasiones llegaron siempre con disparos lejanos, para aprovechar las condiciones que hacen volar a la pelota de manera siempre peligrosa para los arqueros. Vaca contó con la ocasión más clara del primer tiempo con un golpeo formidable que Rochet mandó a córner.
En el descanso Bielsa ya realizó tres cambios y dio entrada a Valverde, Darwin y Pellistri. Lo más sorprendente es que a los 60 minutos ya había agotado las cinco variantes con el ingreso de Piquérez y Nández. Sin embargo, ninguno de los jugadores de refresco fue capaz de dar impulso a su equipo y el sufrimiento se convirtió en agonía mientras que los locales pisaban el acelerador y generaban llegadas una tras otra.
Vaca volvió a ser el jugador más incisivo y preciso y contó con disparo al poste que luego Villamil estuvo cerca de convertir. Miguelito Terceros fue un dolor de cabeza constante para los defensores charrúas pero no pudo ser determinante en los metros finales. La afición local pasó de cierta frialdad en el arranque a la pasión con la generación de ocasiones y a la desesperación cuando el tiempo de agotaba y la ventaja no llegaba.
El punto sabe a poco para un equipo que deposita todas sus esperanzas en la localía. Una oportunidad perdida porque los bolivianos querían sumar de tres unidades todo lo que jueguen en El Alto y por tanto, empiezan a necesitar esos puntos dejados en la altura. Por su parte, Bielsa toma aire con este punto meritorio pero sin demasiado margen de error para la fecha FIFA que llegará en junio y en la que se medirá a Paraguay y Venezuela. En los últimos ocho partidos de Eliminatorias sólo ha conseguido un triunfo y el retroceso en el juego es más que evidente.