Luis Daniel Córdova
No fue un partido brillante pero permitió al Tottenham levantar por tercera vez en su historia la Europa League, después de 17 años y ocho meses ante Manchester United. Sin embargo, queda claro que ambos clubes tuvieron una temporada para el olvido en Premier League.
La última sonrisa fue de sorpresa para el Totte. Como Newcastle conquistó un trofeo doméstico tras 70 años y el Crystal Palace ganó su primer título en 120 años de historia, está siendo la campaña de las reivindicaciones en el fútbol inglés. El 17º clasificado de la liga inglesa, un equipo que ha perdido 21 jornadas en la competición doméstica y no sabía lo que era tocar plata desde 2008, se corona en San Mamés y disputará la próxima edición de la Champions League.
Aunque sin la contundencia de los dos 4-0 que le endosaron en Premier League los spurs, tuvo que esperar el Manchester United de Ruben Amorim hasta la final de Bilbao para perder su primer encuentro en la competición. La derrota que pone la puntilla definitiva a la peor temporada de los red devils en el siglo XXI. El solitario autogol de Luke Shaw (UEFA se lo atribuye a Brennan Johnson) y el ‘funambulismo’ de Micky van de Ven para negarle el gol del empate a Rasmus Højlund, elevan al conjunto londinense al ‘olimpo’ europeo.
En una final con más miedo que fútbol, y que difícilmente pasará a la historia de las finales, ni el capitán Bruno Fernandes ni Casemiro pudieron rescatar a los suyos del fracaso absoluto. Si bien el proyecto de Ruben Amorim aún parece tener recorrido en Old Trafford, Ange Postecoglou tenía los días contados en el norte de Londres. Igual que alcanzar la final de la Europa League le había permitido mantener el cargo, quizás alzarse campeón europeo 41 años después le concede también el indulto de Daniel Levy para seguir sentándose en la banca local del Tottenham Hotspur Stadium la próxima temporada. Totte logra su tercera corona en Europa League tras 1972 y 1984.

Pésima campaña en Premier pero satisfacción en Europa League para Tottenham.