Luis Daniel Córdova
De la gloria al infierno hay un paso y más aún en el mundo del fútbol. Es que los resultados mandan y un día puedes ser brillante como Real Madrid para voltear y golear al Borussia Dortmund 5-2 en Champions y otro, hacer un papelón y perder por goleada ante su Clásico rival en su propio estadio.
Infozport.com analizó al plantel de Real Madrid que perdió 0-4 con Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu y donde estuvo las falencias del equipo de Carlos Ancelotti. Hansi Flick le ganó la pulseada al técnico italiano porque le puso línea perfecta para la trampa del offside y desde ahí, Kylián Mbappé y Vinicius Junior fueron presa fácil para el técnico alemán de los azulgranas. Ocho veces fuera de juego para el francés que entró en la desesperación y en el malhumor.
Lunin: El reemplazante del lesionado Cortuois fue vencido en cuatro ocasiones por los barcelonistas. Uno porque su defensa literalmente ‘lo vendió’ y lo dejaron frente a los rivales. Sin embargo, aportó para que no sea mayor la goleada. No se venció en un mano a mano con Lamine y después endureció las manos ante remate de Pedri.
Lucas Vázquez: Unas de cal y otras de arena. No era sencillo porque tuvo que enfrentar a Raphinha. Logró minimizar de inicio al brasileño y regaló un corte providencial cuando el extremo se quedaba solo. Tampoco le tembló el pulso al pisar campo contrario y asistió en gol anulado de Mbappé. Sin embargo, como toda la defensa fallaron en los festejos del Barza.
Militao: Otro que parecía tendría gran noche en el primer tiempo, pero después, tuvo pesadilla. En los primeros 45 minutos, atento y concentrado adelantó a Lewandowski. Pero en un abrir y cerrar de ojos, no llegó a cortar un pase al hueco de Casadó y vio cómo el polaco le ganaba el salto. Resultado, doblete del polaco donde no hizo sombra . Y en el tercero le faltó velocidad.
Rüdiger: Muy inseguro se mostró en los mano a mano, en los duelos con los rivales que lo encararon. Tampoco anticipó a Lewandowski en el segundo del polaco. Cuando el Barça se desató, Rüdiger tampoco se encontró.
Mendy (86′): Sufrió mucho con Lamine Yamal. Especialmente de inicio, cuando tampoco estuvo atinado a la hora de achicar. Pero fue después del descanso cuando salió en la peor foto para un futbolista. Donde el Barça brilló, Ferland rompió el fuera de juego en un pase de Casadó y Lewandowski anotó. Lo más bajo del ‘Hala Madrid’.
Valverde: Mucho pulmón, poco balón. El esfuerzo no se negocia, pero el Halcón no tuvo alas para volar mejor. Clave en la presión inicial, pero errático en el desplazamiento. Valverde no lució como acostumbra y tampoco buscó mejores opciones en los remates de pelota parada o larga distancia.
Tchouameni (63′): Con balón apenas falló dos pases, pero la faltó verticalidad en el envío. Ganó varios duelos, aunque con una sensación de tener su techo lejos. De poder dar más. Fue el primer cambio.
Camavinga (76′): Era la duda. Si Camavinga o Modric. Y no sólo fue Camavinga, sino que el francés estuvo en todas partes. Líder de la asfixiante presión en el inicio. Perfilado a la izquierda, demostró que no sólo es pulmón, también pie. Mucho. Dos fueras de juego milimétricos le robaron de la estadística dos servicios sensacionales para el gol. Y pisó área. Con brío y sin miedo. Si el Madrid no ganó el Clásico no fue por Camavinga.
Bellingham: Si el Madrid apretó de inicio a la salida de balón azulgrana fue, en parte, por el inglés. En la propia área ayudó a Lucas Vásquez ante Raphinha. Un gran pase de Rüdiger no consiguió convertirlo en ocasión clara. Y ya en el segundo tiempo falló cuando sólo tenía que empujar. Necesita volver al gol.
Mbappé: El Barça le dejó en fuera de juego, literalmente. Una, y otra, y otra, y hasta ocho veces. Increíble. Llegó a celebrar uno, tras un gran pase de Vásquez, pero unos centímetros se lo arrebataron. Otro en la segunda parte. Fueron los únicos que encontraron la red. Hasta tres veces falló ocasiones claras, manos a manos, de las que él debe marcar. Vivió una noche de pesadilla, su fiesta de Halloween.
Vinicius: Insistió e insistió. Algo habitual en Vinicius pero sin tener claras en el área rival. En la segunda parte sí le buscó, y la encontró, con un pase, pero Kylian se topó con Peña. Vini tenía piernas y desborde, y se lo hizo notar a Koundé. Pero sin gol no hay paraíso. Una pena su actuación discreta del posible balón de oro de Europa.