Luis Daniel Córdova
En España se sigue hablando de la remontada del Barcelona al Celta. Sin lugar a dudas, quedará en la retina de los hinchas culés, ese triunfo agónico, con doblete de Raphinha, en un duelo que se presentaba cuesta arriba. Un 1-3 que parecía lapidario al minuto 62, pero el fútbol y olfato de gol de Dani Olmos y Raphinha, dieron vuelta a los 98 minutos, con un penal claro en el VAR, la victoria barcelonista más gritada para seguir liderando la Liga.
Flick decidió darle descanso a Lamine Yamal, que no arrancó de titular, en cambio, regresaron a la oncena, Íñigo Martínez y Pedri, además de Ferran Torres, que volvió con gol. Gavi y Olmo, en cambio, se quedaron en el banco para salir a tiempo. Pero lo del técnico culé, se quedó corto con la alineación de Giráldez, que revolucionó el once inicial con las ausencias de Fer López, Alfon, Aspas y Mingueza apostando al 4-4-2 con el que sorprendió a Flick.
Ferran Torres dio la razón a Flick con su apuesta y se inventó un gol estilo Raphinha recibiendo entre líneas, sorteando rivales y disparando seco desde la frontal. Sin embargo, tres minutos después del primer festejo de Barcelona, Borja Iglesias puso la paridad transitoria. Celta montó un contragolpe tras una pérdida de balón que Lewandowski no luchó al inicio y que Szczesny falló midiendo mal en su salida final ante Borja Iglesias, que tocó la gloria y se quedó con una derrota más que honorable.
En esa primera parte, la defensa celtiña decidió cerrarse. Las únicas opciones de ataque del Barça se limitaban a las andanada de Ferran, todo coraje, y a un Raphinha que no acababa de entender que debía quedarse en la derecha fijo. Por su parte, el Celta vio que la ocasión era de contra y se vio con opciones de sacar algo más que un empate y puso a prueba a Szczesny en un par de ocasiones. Y nada mas reprenderse el partido hubo golpe, de nuevo protagonizado por un De Jong nefasto, que se comió con patatas un balón largo hacia Borja Iglesias que hubiera controlado, pero que se le escurrió entre la bota y el césped y dejó campo abierto a Borja para que anotar el 1-2.
Flick reaccionó y dio entrada a Lamine Yamal y a Olmo a los 59 minutos. El Barça daba síntomas de desesperación. Se iba a lo loco al ataque y a la primera, el Celta aprovechó la ocasión. Pelota perdida ridículamente por Olmo y contragolpe de Borja que hacía el triplete. 1-3 y gran sorpresa.
El Barça estaba perdido, pero a la que Raphinha regresó a la izquierda y Lewandowski a la banca, para que Olmo jugara de falso nueve, el asedio blaugrana cocinó la remontada. En tres minutos de locura Olmo marcó el 2-3 asistencia de Raphinha y el propio brasileño marcó de cabeza a centro de Lamine Yamal el empate. Quedaban 20 minutos por delante y era cuestión de tiempo que el Barça doblegara al Celta a pesar del cuento de Aspas. Penal a Olmo y Raphinha al rescate. La remontada de la semana.