Luis Daniel Córdova / Enviado Especial Estados Unidos
Real Madrid no cambió en nada, sigue siendo el mismo de Ancelotti, ahora bajo la batuta de Xabi Alonso. No hubo un cambio de chips hasta el momento y no estuvo Kylian Mbappé en Miami, su reemplazo Gonzalo García abrió la ilusión que después se convirtió en mal trago para el Hala Madrid, cuando Al Hilal empató de penal con Rubén Neves y lo peor, Federico Valverde perdió la pena máxima en el epílogo del partido.
Mucha gente y bastante calor en Miami. El Hard Rock Stadium abarrotado de hinchas del Madrid, de Boca, de Centroamerica y hasta del Barcelona. Es increíble como el equipo de Xabi Alonso contagia por su rica historia porque hasta el momento no aprueba el exámen. Al parecer, su verdadero proyecto es para agosto en el inicio de la Liga de España.
Y en el primer test fue el Madrid de la primavera, aplatanado además por el calor de Miami, que acabó cediendo un empate tristón ante el Al Hilal, merecedor del punto. Un 4-3-3 clásico, y probablemente con los mismos que hubiera puesto el italiano. Es lo que tiene este torneo, en el que se confunde la postemporada con la pretemporada o viceversa. Eso sí, Xabi le hizo el primer guiño a la cantera al poner a Gonzalo García en lugar de Mbappé, que no se recuperó a tiempo. Ese fue el único punto que le separó de antecesor, que ahí probablemente hubiese buscado una solución más políticamente correcta. En el once, como era previsible, también estuvieron los dos fichajes, Trent y Huijsen. Menos de los esperados, pero es que para el Madrid, y para la mayoría de los participantes en el torneo, la ventana de fichajes ha acabado siendo una ventana de chantajes. Las rebajas llegarán en agosto.
Lo cierto es que el Madrid no impresionó al Al Hilal, un equipo mucho mejor armado que el que perdió la final del Mundialito ante los blancos hace tres años. Ahora ya no llegan jugadores ni entrenadores pasados de fecha, sino figuras vigentes a precio fuera de mercado. Más a este equipo, el más poderoso del petrofútbol saudí. Aun sin su goleador, Mitrovic, encadenó tres buenas ocasiones en los primeros diez minutos. La más clara, la tercera, un remate desde el punto de penal de Marcos Leonardo que buscó el palo. No lo encontró de milagro. Después le anularon un gol a Lodi por fuera de juego. La posición ilegal no ocultó el desajuste defensivo del Madrid, al que le encontraron demasiado pronto el espacio.
El Madrid se mostró especialmente vulnerable en la banda derecha, por la falta de contundencia de Trent y la falta de ayudas de Rodrygo. Tampoco mejoró en la salida de pelota, pese a la posición más retrasada de Bellingham, al que el técnico pretende purificar como centrocampista, quizá porque no parece claro que vaya a llegar ahí un relevo de Modric o Kroos. Y Vinicius siguió en su túnel, oculto en la banda, al borde de la desaparición.

Balón a la red tras definición de penal de Rubén Neves para el Al Hilal. Era el 1-1.
Para la segunda parte, Xabi Alonso preparó un ajuste muy de Ancelotti: fuera Asencio, quién sabe si castigado por imprudencia, y Tchouameni como central. Bono salvó el remate posterior de Gonzalo, amo del aire durante todo el partido.

Modric y Víctor ingresaron por Vinicius y Bellingham, pero sin solución. Ni siquiera cuando el Madrid se encontró con un penal tan tonto como el de Asencio de Alqahtani sobre Fran García en el 92′. Un codazo cuando el lateral blanco ya se batía en retirada. El penal lo erró Valverde. Este Madrid necesita tiempo, suerte y títulos.