Luis Daniel Córdova
Había que ganar y se ganó, con pausa pero con Kylian Mbappé brillante. Real Madrid empezó su sueño con un triunfo 1-0 ante Osasuna, en el estreno de Xabi Alonso en LaLiga.
El Madrid cumplió con lo justo, sin brillo pero sin sufrimiento, gobernando el partido y enganchado al talento de Mbappé, que desniveló el duelo creando y transformando el penal. Osasuna se defendió bien, no se descompuso tras el 1-0 y se mantuvo hasta el final, pero se arrimó poco a Courtois.
No sorprendió Xabi Alonso en su tarjeta de presentación. Volvió a elegir de salida a Brahim en derecha en lugar de a Rodrygo, que sabe perfectamente lo que hay, y ordenó llevar la pelota al campo rival desde el saque inicial, con pelotazo de Courtois en diagonal en busca de la prolongación. Sí, presionó el Madrid, y recuperó el balón con voracidad, por orden del entrenador. De hecho, la mayor ovación de Vinicius Júnior en la primera parte fue por una recuperación en su campo. Pero el juego fue plano. Lento. Previsible. Como saliendo de pretemporada.
Osasuna puso su parte en trabar el juego. Con línea de cinco y los tres medios muy cerca, había que ser muy preciso o muy rápido para ganar el área. Y no está el Madrid ni para lo uno ni para lo otro. El bloque bajo, bajísimo, hizo que los blancos sólo remataran en media hora a distancia y con sus defensas: Carreras (desviado), Huijsen y Militao, ambos obligando a Herrera a meter las manos tras el bote.

En el complemento, el balón circuló a más ritmo, y eso permitió ver a Mbappé, que rebañó un balón en el área y cruzó demasiado. También se activó Vinicius, que escapó de Rosier y se midió con Boyomo. El central le metió el brazo en el área. Suficiente para incomodarle, poca cosa para el penal.
El gol del 10 merengue de pena máxima a los 51 minutos y abrió la ilusión. Un triunfo que costó más de la cuenta, pero se logró sin despeinarse. Un 1-0 que sirve para sumar de tres a Xabi Alonso en su estreno como técnico 48 que debuta con el Madrid en LaLiga.