Luis Daniel Córdova / Enviado Especial Estados Unidos
Real Madrid respondió a las exigencias del rival, al mata a mata que se venia con la madurez de un equipo en constante crecimiento y evolución de la mano de Xabi Alonso. Supo superar la llave 1-0 ante Juventus y esta en cuartos de final aunque todavía no muestre la chapa de candidato.
Fue Gonzalo García quien abrochó con un cabezazo espléndido un centro perfecto de Trent, pero fue una victoria coral, con Valverde como líder con y sin balón ante una Juventus que se fue arrugando, poco a poco, ante el empuje madridista. Las manos de Di Gregorio evitaron una victoria mucho más holgada de un Madrid fiable, sólido y a ratos brillante.
Juventus multiplicó el nivel de dificultad para el Madrid de Xabi, que insistió con los tres centrales, con Gonzalo García como ariete a la espera de Mbappé y con Arda Güler en el eje del juego. La Bella Signora, fue de más a menos, pero siempre aprovechando el sector débil del Madrid: el derecho. Entre Rüdiger, Trent y Arda encontraron la vía ofensiva Yildiz, que es un talentazo, y Kolo Muani, que tuvo un mano a mano nada más empezar. El cuerpo de Courtois evitó la caída y el dolor de cabeza para el Hala Madrid.
En un duelo equilibrado, un matiz marca la diferencia. Por ejemplo, si Marciniak, que tiene fama de promadridista, hubiera castigado el agarrón a Huijsen en el área como hizo Facundo Tello con el de Asencio, el Madrid habría tenido una ocasión de penal para ganar con ventaja el descanso. No lo hizo en el marcador, pero sí en el juego, con Valverde probando a Di Gregorio desde lejos como mejor opción. Al vestuario, con amenaza seria de tormenta.
No hubo cambios tras la pausa. Ni en los onces ni en el paisaje ni en el juego. Porque el Madrid se desató desde el primer minuto y fue un torbellino. Con una volea de zurda de Valverde. Después un centro atrás de Vini que Trent mandó arriba. Más tarde con un buen remate de Bellingham tras una buena acción individual. Sorprendió Huijsen con una volea desde la izquierda que obligó a Di Gregorio a sacar una mano estupenda. Faltaba lo mejor. La colada de Trent por derecha, el centro templado, medido, perfecto, para un rematador como Gonzalo. Le comparó Xabi con Raúl, y pareció Santillana elevándose, colgándose del aire y marcando los tiempos del cabezazo, imposible de sacar para el meta juventino.
Madrid era muy intenso pero le faltaba ampliar la cifra con el debutante Mbappé en el Mundial de Clubes. Sólo había un pero que poner al Madrid. Que no había rematado la faena. Y la Juve tiene futbolistas de calidad. Nico González rozó el palo con un zurdazo lejano. Pero es que el Madrid generaba mucho. Con Vinicius desbordando por izquierda, obligando al sobreesfuerzo de Thuram, de Rugani, de Di Gregorio en última instancia, cuando el resto no llegaban. Este Madrid también frecuenta el disparo lejano porque tiene jugadores para ensayarlo. Entró Ceballos al final, casi como premio a Valverde, imperial. No apareció Rodrygo, que vio desde la banda el esplendor de Gonzalo García. Sin embargo, Madrid ya está en cuartos de final y eso es lo que cuenta para Xabi Alonso y su madridismo puro.

Festejo de García, su tercer tanto en el Mundial de Clubes del nuevo ‘Ángel de Madrid’.