PSG demostró que es INDESTRUCTIBLE, que con NUEVE JUGADORES sentenció y ‘mató’ al BAYERN MÚNICH con goles de DOUÉ y DEMBÉLÉ

Por Luis Daniel Córdova

Luis Daniel Córdova

PSG es indestructible, compacto, potente y efectivo. Ya está entre los cuatro primeros del mundo, porque tiene coraje, fútbol y definición. Porque tiene a Doué y Dembélé que no perdonan. Lo demostró ante Bayern Múnich donde supo aguantar con nueve jugadores los ataques bávaros que pusieron en aprietos a Luis Enrique.

El PSG está en semifinales del Mundial de clubes porque tiene pasta de campeón, porque cuando lo atacan está Dommaruma, que es muy complicado meterle un gol. Y arriba, apesar de estar tapado durante 80 minutos, está Vitinha para generar y poner la pausa cuando es necesario. Y porque tiene a Dembelé, su mejor suplente en esta Copa Mundial de Clubes para clavar el segundo cuando el PSG solo tenía nueve jugadores en el campo por las rojas de Willian Pacho y Lucas Hernández. En conclusión un equipazo con muchas fortalezas que aprovecha el técnico Luis Enrique, que está a dos partidos de una temporada perfecta.

El duelo se jugó sin tregua. Kvaratskhelia abrió las hostilidades con un robo a Olise que finalizó alto Doué. La respuesta del Bayern fue ahogar al PSG durante un cuarto de hora, quizá el tramo de partido más incómodo para los de Luis Enrique en los últimos meses.

PSG se defendió en su área como los mejores. Para el Bayern de Kane fue desesperante. Si el rival osa a rematar, como en un disparo de Olise y en un centro-remate de Pavlovic, se encuentra con un Donnaruma que por fin está entre los porteros más fiables del mundo.

El PSG perdió en salida más balones que nunca, pero voló cuando logró salir de la presión del Bayern. Kvaratskhelia remató al lateral de la red el centro de Achraf. El georgiano fue a redimirse poco después, pero su maravillosa jugada individual se topó por dos veces con Neuer. Fabián Ruíz, siempre bien, tampoco acertó en un pase atrás de Doué.

En el útimo ataque del primer tiempo, el pie izquierdo de Musiala cedió tras quedar enganchado debajo del cuerpo de Donnarumma. La imagen, sobrecogedora, hizo que los protagonistas se marcharan al vestuario con las manos en la cabeza ante el sufrimiento de su compañero.

El segundo acto arrancó con un mano a mano de Barcola ante Neuer que de nuevo sacó la versión premium del meta alemán. Sin embargo, el exceso de confianza de Neuer le llevó a fallar dos balones con los pies. El primero lo salvó con una rápida reacción defensiva. El segundo, con la portería vacía, lo mandó desviado Dembélé.

La igualdad había llegado a su fin. Joao Neves robó a Kane, rompió al espacio y cedió a Doué para que hiciera el primero. Neuer, tapado por hasta tres compañeros, intentó adivinar la dirección del disparo. El meta se equivocó de palo y además se resbaló. 1-0 para el PSG, pero quedaba mucho más.

Willian Pacho se autoexpulsó con una entrada criminal sobre Goretzka y Lucas Hernández con un codazo a Guerreiro. Bayern volvió a creer en tumbar al PSG. Los de Luis Enrique, en un escenario inédito para ellos, no solo resistieron sino que sentenciaron el partido en una nueva demostración de poder.

Dembélé estrelló un remate en el larguero antes de que Achraf protagonizase su enésima acción de ataque. El marroquí cedió el 2-0 a Dembélé, que remató y pusoel festejo agónico, pero la clasificación entre los cuatro mejores del mundo. Con nueve jugadores. Una suerte y triunfo de gran campeón.