Luis Daniel Córdova
Liverpool perdió la gran chance de rozar el título de Premier League ante Fulham y ampliar su ventaja hasta los 14 puntos sobre Arsenal, que no pudo ganarle a Everton y al final, Arteta sonrió con la derrota de los Reds.
El cuadro de Salah y compañía sumó la segunda derrota liguera de la temporada para las estadísticas. Y lo hicieron ante un equipo tan competitivo como impredecible, el Fulham de Marco Silva (3-2). Partidazo, donde la reacción de Liverpool fue muy tarde.
Apenas una semana después de que el Crystal Palace les pasara por encima, en su propia casa, en los cuartos de final de la FA Cup, los cottagers fueron capaces, a través de Sessegnon, Iwobi y Muniz, de remontar y tumbar a un equipo casi invencible en la competición doméstica. Su primera victoria liguera del Fulham contra el Liverpool en Craven Cottage desde 2011. Al intenso e incansable esfuerzo del cuadro londinense se sumó, eso sí, la catastrófica actuación defensiva del Liverpool. La zaga red hizo aguas como pocas veces esta temporada y lo acabó pagando. La diferencia con el Arsenal aún es de 11 puntos, pero el tramo final de temporada se les está haciendo largo a los de Arne Slot.
La ubicación de Curtis Jones en el lateral derecho, en lugar del lesionado Trent Alexander-Arnold, no fue el único quebradero para Arne Slot atrás. Los riesgos innecesarios asumidos por Ibrahima Konaté en una de las primeras jugadas del partido, que a punto estuvieron de costarle un tempranero gol a los reds, fue un buen precedente de todo lo que ocurriera actuación. Y es que la primera parte en Craven Cottage, bajo un radiante sol primaveral, estuvo repleta de golazos, sorpresas y una falta de contundencia defensiva pocas veces vista esta temporada en el equipo de Arne Slot.
Lejos de amedrentarse tras el golazo inicial de Alexis Mac Allister, que adelantó al Liverpool en el minuto 14 con un zapatazo desde fuera del área, el Fulham dio un pase al frente. Valientes y sin complejos, y ayudados por la relajación del cuadro visitante, los pupilos de Marco Silva no solo empataron el encuentro apenas 10 minutos después del 0-1, sino que le dieron la vuelta al marcador, y de qué manera.
Fulham vibró cuando Ryan Sessegnon batió con una volea de zurda a Caoimhin Kelleher. Primer fallo de la zaga red, ya que la jugada del 1-1 la originó un mal rechazo. El 2-1, obra de Alex Iwobi, fue por errores e infortunios. Un temerario pase horizontal en la frontal del área, una incomprensible falta de contundente en el despeje y el toque en la espalda de Andy Robertson que desvió la trayectoria del disparo permitió al Fulham remontar. Un golazo, pero que volvió a dejar en evidencia a la defensa del líder de la Premier League.