Luis Daniel Córdova
Y un día volvió Levante, es el ascenso histórico y épico. Un 2-3 ante Burgos que quedará en la retina de los hinchas de Levante que sufrieron hasta la última acción de juego. Porque el ascenso llegó con un gol, qué digo, un golazo de Carlos Álvarez tras un soberbio golpeo desde la frontal en el minuto 97. Un tanto que significó el 2-3 definitivo y que pasará a la historia del club granota. A falta de una jornada para la conclusión de LaLiga Hypermotion, los de Calero certifican su regreso a la máxima categoría del fútbol español tres temporadas después. Ganaron en Burgos y empató el Mirandés. A Primera.
Lo pasó mal el Levante desde el inicio. No empezó bien el encuentro para los granotas. No se había cumplido el primer minuto, apenas 50 segundos, y ya iban por debajo en el marcador. Íñigo Córdoba, que generó peligro por el costado izquierdo, llegó hasta la línea de fondo y puso un centro raso para que Fer Niño la enviara a la red. Tremendo el jarro de agua fría para los de Calero, que aún iban a sufrir otro desencanto. Porque en el minuto 18 Cantero detuvo un lanzamiento de penalti a Pablo Martínez. La parada del meta fue espectacular, una mano abajo, tensa, dura. Pero el rechace le cayó a Dela que no acertó con el remate y lo envió demasiado cruzado.

Todo se le ponía en contra al Levante, que reaccionó poco después. Morales, en el 21′, puso las tablas con un cabezazo tras un buen pase de Dela. Pero Fer Niño, pasada la media hora, volvió a poner por delante al Burgos. David González armó la contra y el delantero resolvió con un disparo desde el interior del área que rozó en un defensa. Otro golpe al mentón de los granotas.

Tras el descanso, el Burgos, muy bien plantado, no cedía ante el Levante, que tampoco encontraba el modo de desarmar a su rival. Calero buscó soluciones con los cambios y dio entrada a Forés y Kocho en el 56′. Los granotas dieron un paso adelante, pero no estaban finos en el último pase, en la culminación de las jugadas. Morales tuvo una, pero su disparo se estrelló en un rival. El Burgos, mientras, esperaba para salir a la contra y generaba peligro cada vez que lo conseguía.
Molares, que ya había marcado el primero, se sacó de la chistera un pase medido desde la derecha. La calidad nunca se pierde. El Comandante puso el balón en el área y ahí entró como un avión Brugué para cabecear a la red. Era el 2-2 en el 85′, el gol que desató a los de Calero, que ya se volcaron al ataque. Empataba el Mirandés y un tanto más les devolvía a Primera. Y así, llegó la jugada de Carlos Álvarez, que recibió en zona de tres cuartos, enfiló hacia el área rival y le pegó con el alma desde la frontal. El balón voló directo a la red y el Levante despegó rumbo a Primera.