Luis Daniel Córdova
La mejor serie de la Champions. El regalo de Dios para el fútbol. Un 3-3 otra vez en los 90 minutos, que lindo que es el fútbol pibe, Algo notable, extraordinario. Inter vs Barcelona, gracias por regalarnos tanto fútbol y goles. Debió ser la final, hubiese sido la mejor de la historia de Champions League, no se merecía ninguno de los dos equipos quedar afuera de la justa de Múnich. Hubo de todo. Lluvia y granizo en el Giussepe Meaza y sobre todo jugadores con hambre de gloria. Lo mostrado hoy entre “catalanes” y “tanos” quedará en la historia grande del fútbol mundial. Un triunfo histórico del Inter, una clasificación con un global de 7-6, gestada por gladiadores, letal ataque y Sommer brillante en el alargue con sus atajadas. Vaya Semis de Champions para el recuerdo.
El inicio fue como en España, Inter golpeando con sus armas letales, Thuram y Lautaro Martínez, que arriesgó más de la cuenta apesar de haber estado lesionado. Se infiltró y listo, el amor por la “mica” neoazurris pesa y es la sangre de un ganador que busca siempre la gloria.
Y fue el “Toro” que abrió el marcador a los 21’ tras un toque con Dumfries, el argentino era el más punzante con la velocidad de Thuram.
Barcelona recibía el golpe como en la ida pero no encontraba el equilibrio en la medular porque Pedri y Dani Olmo eran tapados por el gran trabajo defensivo de Inter. Lamine Yamal era otro que luchaba, metía el pique y ganaba todo por su sector. Sin embargo, no había sociedad en el campo de la inspiración. Raphinha apagado e Inter resistía con Sommer impecable. Más preciso y efectivo era el equipo de Simeone Inzaghi.
Y así un nuevo ataque del Inter con Lautaro Martínez que es trabado dentro del área y penal para Inter. Fue Calhanoglu encargado de poner el 2-0 y el primer tiempo para los italianos. Barcelona sólo era aproximaciones, chispazos.
En el complemento, la reacción del Barza fue sorprendente. Igual que en el duelo de ida, Eric Garcia puso el descuento, seis minutos después Dani Olmo igualó el encuentro. El 2-2 pintaba para partidazo.
Sin embargo, habría más sorpresas Raphinha puso el 2-3 para el Barcelona de bolea lejos de la humanidad de Sommer. Y cuando todo parecía color bluegrana, apareció la reacción del Inter con Acerbi a los 93 para irnos a un alargue fantástico y brillante.
La lluvia de agua y granizo para la definición apasionante de una final adelantada. Y fue Davide Frattesi el encargado de la alegria italiana a los 99 cuando se terminaba la primera parte del alargue. El ida y vuelta seguía, lo había tenido Yamal minutos antes con un remate al travesaño.
Barcelona buscaba pero no encontraba, hizo ingresar a Robert Lewandonski que perdió una clara debajo de arcp Inter de contra quería liquidar hasta que el pitazo final llegó dejando la clasificación de Inter a la final en Múnich y la eliminación de un Barcelona que vendió cara su clasificación con un global de 7-6 para los libros de fútbol.