Luis Daniel Córdova
Cuando aprieta España, mata. Cuando ataca, liquida. Es su ADN propio de un fútbol de toque y velocidad. De vértigo y desequilibrio. Potencia pura de fútbol con Lamine Yamal, que hizo doblete ante Francia y aseguró la defensa del título ante Portugal en la final de Nations League. Fue 5-4 histórico. Nueve goles y muchas conclusiones.
La Furia Roja fue contudente desde el arranque y en veinticinco minutos ya ganaba 2-0 con goles de Nico Williams y Mikel Merino tras los servicios de Oyarzabal. Francia golpeado, sin reacción, ni efectividad era superado por el gran despliegue y desequilibrio de la medular.
En el complemento, España siguió con su objetivo de protagonista, llevándose de encuentro al rival y apareció el genio de Lamine Yamal, para poner su doblete. Pedri tras servicio de Nico Williams había completado la ‘manita’ a los 67 minutos, pero un hubo un descuento de Kylian Mbappé a los 59 que puso el duelo más atractivo.
Fue entonces que apareció el orgullo herido de Francia. La reacción tardía, pero despertar al final del cuadro de Deschamps, con Kylian Mbappé buscando generar opciones en el arco de Unai Simón. El segundo de Francia llegó con Rayan Cherki tras servicio de Mbappé.
A los 83 minutos autogol de Dani Vivian hacían presagiar la posible paridad, por ser el 5-3 y todavía había mucho pan por rebanar. España buscaba ser ordenado y mejor su sector defensivo. Pero Francia iba, necesitado y buscando que el tiempo no se termine.
Fue a los 93 minitos cuando Randal Kolo Muani puso el cuarto de Francia y la angustia se apoderó de la Furia Roja que había hecho un brillante partido hasta los 67 minutos.
Sin embargo, el marcador no se cambió más. España logró ganarle a Francia 5-4 y quedó registrado como un partido histórico, de mucho vértigo y llegada a ambos arcos.
Baila y festeja España con tremendo dominio de juego y contundencia.
El dueño de la pelota Lamine Yamal. Juguetea con el balón antes del tiro penal.