Luis Daniel Córdova
Adiós Maestro. Frase simple y directa para definir la partida de uno de los jugadores más grandes que dio el fútbol peruano. Roberto Chale Olarte partió a la eternidad tras luchar contra una grave enfermedad que le fue deteriorando la salud en los últimos años. El fútbol peruano está de luto.
Ayer fue un día muy triste. Y no sólo porque Ecuador nos volvió a la realidad futbolística, sino también por el fallecimiento del «Niño Terrible» de La Bombonera 1969. Por la partida del Maestro de Ate y de Breña. De todo el Perú.
La partida hacia la eternidad de aquel Roberto Chale que impuso como técnico de Perú, la marca férrea a Diego Armando Maradona en las Eliminatorias a México 1986, que volvió locos a los argentinos en las Eliminatorias de 1969, sobre todo a Rulli, golpeándole el balón en la cabeza, en la Bombonera para la eliminación histórica de Argentina.
Se va aquel habilidoso volante, punzante y palomilla, que amagaba y zizagueaba rivales en el Mundial del 70 con la Bicolor, que daba el servicio en profundidad, el toque perfecto y festejaba goles con Universitario de Deportes. El amigo de Mifflin y del Perú. Tres veces campeón nacional con la U, que tanto pregonaba y quería, dos veces campeón como técnico. Histórico.
Se fue Bicampeón con Universitario de Deportes en el 2000 y 2001. Aquel técnico ganador, que sacó 100 puntos en aquella oportunidad con el equipo crema de Grondona, Ibáñez, Esidio, Carranza, el Betito, Chemo y tanto otro referente que se me olvida al escribir estas líneas. Se fue Chale. Se acabó el fútbol pícaro, la palomillada en el campo de juego. Se fue un estandarte del fútbol nacional.
Hasta siempre…Robertito Chale Olarte. El Maestro de la Gente.