Los caminos de Messi y Cristiano se separaron hace dos años cuando el «comandante» partió de Madrid a Turín para unirse a la Juventus. Hoy, muchos medios ya dan la salida definitiva del argentino del Barcelona. Acompañanos y repacemos las diferencias de las salidas de ambos cracks que marcanron una era dorada en el fútbol mundial.
Entorno diferente
Cristiano siempre tuvo la sensación que daba más al Madrid que el cariño que recibía. Cada cierto tiempo lanzaba mensajes de que no sentía tan amado como creía merecer. Esas quejas provocaron grietas en el vestuario. Sin embargo, Messi ha tenido siempre al Camp Nou a sus pies. Las crisis de Roma, Liverpool, París o Turín nunca han apuntado a él. La del Bayern le ha rozado algo, pero no está en el ojo del huracán. Su posible marcha no tiene nada que ver con falta de cariño.
Situación deportiva
Otra diferencia evidente es que Cristiano anunció su adiós en un momento de éxtasis, con la Champions en sus manos. En caliente, después de derrotar al Liverpool en Kiev y ganar la tercera Champions seguida y la cuarta en cinco años. En constraste, Messi sale del Barcelona lo hará en el momento más bajo del club desde que debutó. Nada tiene que ver esta crisis con la de 2008, la que enterró a Rijkaard y llevó a Guardiola al banquillo. Esta es mucho más profunda, con una plantilla sin las bases de aquella para la reconstrucción.
Influencia en el club
Una diferencia sustancial. El Barcelona camina alrededor de Messi. Más cada año que pasa. Desde dentro del club ya hay quien no oculta que se ha llegado a situaciones exageradas. La influencia de Leo va más mucho más allá de lo que pasa en el campo.
En el Madrid siempre se tuvo clara la importancia de Cristiano, pero nunca se planteó hacer el equipo pensando solo en que el luso se sintiera cómodo. Fuera del verde, el peso de CR7 nunca tuvo nada que ver con el de Messi en el Barcelona.
Relación con los presidentes
Si Messi se va deberá ser bajo un acuerdo. Está claro que nadie va a afrontar una cláusula de 700 millones de euros. Ese fue el camino que tomaron Florentino y Cristiano para fijar su marcha en 117 millones de euros a la Juve. A ello favoreció una relación en la que hubo espinas, pero no clavos. La de Bartomeu con Messi parece crujir como cuando el hielo rompe para abrir paso a torrentes desbocados de agua.
Relación con entrenador
Cristiano se fue del club blanco en una real sintonía con Zidane. Tanta que el francés, consciente de lo que iba a pasar, anticipó su salida del Madrid antes de que la Juve pagara la salida del luso. La relación de Leo con Setién ha sido desastrosa. Messi era de Valverde y nunca empatizó con el cántabro.
Champions
Y para el final, la diferencia más resaltante: La Champions. Cristiano, con cuatro en el Madrid, se marchó a la Juventus para demostrar que podía ganarla con otra camiseta, en otro hábitat. Ha fallado en sus dos primeros intentos. Messi también ha ganado cuatro, pero lleva un lustro de desilusiones. Y una ganada en nueve años. Demasiado para un jugador considerado el mejor del mundo.