Luis Daniel Córdova / Enviado Especial Estados Unidos
Chelsea jugará los cuartos de final del Mundial de clubes ante Palmeiras tras eliminar al Benfica en un partido eterno que estuvo parado casi dos horas por amenaza de tormenta eléctrica y que acabó resolviéndose en el tiempo extra cuando el reloj marcaba las 2:39 de la mañana en Europa. Increíble.
No fue un partido cualquiera en Charlotte. Tenía ribetes y antecedentes de un duelo duro. Además, que en los tres partidos del historial, Chelsea, le había ganado a los portugueses, con dos resultados de 2-1 y uno de 0-1. Es decir, peleado y disputado, como lo fue el encuentro de octavos de final en el Mundial de Clubes. De entrada, los dos equipos tuvieron temor de perder. No se regalaron mucho.
Sin embargo, abrió la cuenta a los 64′ Reece James para Chelsea tras error de Trubin. Luego se produjo la postergación del partido por amenaza de tormenta eléctrica. Tras una pausa eterna, de dos horas aproximadamente, Benfica logró empatarlo in extremis. En la prórroga, el cuadro portugués se quedó con uno menos tras la expulsión de Prestianni y la inferioridad la pagarían cara. Hubo fiesta goleadora del Chelsea en los últimos minutos.
Marc Cucurella fue el que más cerca estuvo del gol en el primer tiempo. El lateral izquierdo se encontró con un balón suelto en el área pasada la media hora de juego y con la derecha buscó la escuadra de la portería de Trubin. Antonio Silva evitó con la cabeza que el balón entrase.
Unos minutos después, el ‘3’ del Chelsea lo intentó con la izquierda. Esta vez tras recibir un balón a la espalda de su defensor e internarse en el área. Tampoco tuvo éxito. Ni Ángel Di María ni Orkun Kokcu aparecieron para los lusos, que se limitaron a estar bien colocados cerca de su área.
Intentaron reaccionar los portugueses, pero el Chelsea advirtió de lo que ocurriría si dejaban espacios. Liam Delap transformó un pase de Cucurella en un nuevo tanto de los londinenses, pero el ariete estaba en fuera de juego y el árbitro anuló el festejo. Cuando quedaban cinco minutos, la amenaza de tormenta -ya casi habitual en este Mundial de Clubes- irrumpió en Philadelphia y obligó a detener el encuentro durante dos horas.

Cuando faltaban cinco minutos se reinició el juego, dando tiempo para que Malo Gusto provoque un penal tras tocar el balón con la mano dentro del área. Ángel Di María no perdonó y puso la paridad para la prórroga. A los dos minutos de comenzar el tiempo extra, Gianluca Prestianni sería expulsado después de ver la segunda amarilla al cometer una dura entrada sobre Colwill.
Con uno menos, el Benfica metió el miedo en el cuerpo a los de Maresca, que también generaron alguna ocasión de calidad. El 1-2 llegaría a trompicones. Moisés Caicedo recuperó el balón en el centro del campo y remató a portería después de una conducción de Cole Palmer. Trubin frenó el disparo y el esférico quedó muerto prácticamente encima de la línea de gol. Allí apareció Christopher Nkunku para empujarlo a la media vuelta y decantar el marcador para el lado inglés.
Poco después, Pedro Neto sentenció en un mano a mano ante el meta ucraniano con el tercer gol para su equipo. La fiesta londinense era ya total. Dewsburry-Hall, en otra contra, hizo el 1-4.

Muy buena actuación de Enzo Fernández en la volante blue.