Luis Daniel Córdova
La alegría era indescriptible después de haber eliminado a Francia y estar en la final de la Euro 2024. La Furia Roja escribía una nueva página de gloria y festejaba el triunfo de España, los jugadores ibéricos también, hasta un hincha se metía al gramado de juego. Entonces, Álvaro Morata dio el susto de la noche. El capitán de España terminó cojeando de su rodilla al recibir un golpe de un guardia de seguridad que trataba de parar a un espectador que había saltado al campo. Increíble, pero cierto.
Fue un golpe fortuito pero que podría convertirse en tragedia. Por unos segundos se temió lo peor… y, a falta de pruebas médicas, podría serlo. Morata se fue con buena cara minutos después, si bien se tiró cojeando un buen rato. La anécdota podría dejar sin final al hombre encargado de levantar el trofeo en caso de victoria el domingo en Berlín.
El aficionado con camiseta de Turquía, burló la seguridad, saltó al campo para hacerse un selfie con los españoles. Varios miembros de la seguridad del estadio saltaron al campo para pararlo. Cuando un par de ellos lo agarraron por la espalda, un tercero, que venía desde un costado, se resbaló, llevándose por delante a Morata, que no cayó, pero que recibió el impacto con violencia en la pierna derecha.
Morata se llevó la mano enseguida a su rodilla, mirando con incredulidad a hombre que lo había golpeado y que, al momento, le pidió disculpas. Tras unos momentos de tensión, Morata se puso a cojear, aunque luego empezó a andar un poco mejor, con el miembro de seguridad pidiéndole mil disculpas.