BOCA con su ‘CHANGUITO’ le ganó el CLÁSICO a RIVER PLATE con DOS LLEGADAS FULMINANTES que lo dejan a GALLARDO lejos de la COPA

Por Luis Daniel Córdova

Luis Daniel Córdova

El Clásico más devaluado de la Liga Argentina se jugó este domingo en La Bombonera. El marco de tribuna espectacular y más aún la fiesta xeneize después de los goles de Merentiel y Exequiel Zeballos. Fue 2-0 para Boca ante un River Plate que perdió la esencia de los equipos ganadores de Núñez.

Las claves del triunfo xeneize estuvieron en el manejo de balón de mitad de cancha para adelante, donde Exequiel Zeballos fulminó una de las pocas vidas que le quedaban a Marcelo Gallardo y a su equipo para clasificarse a la Copa Libertadores. El Changuito rompió una primera parte tosca, aburrida y soporífera con un gol al borde del descanso, y completó su actuación con la asistencia en el gol Merentiel. El Xeneize recupera así el liderato de la Zona A y volverá a la Libertadores dos años después, mientras deja a su eterno rival tocado y con menos opciones de disputar el torneo, aunque aún con vida.

El juego no estuvo a la altura de las expectativas. Quizás la marca sobre Palacios que planteó Gallardo o la falta de atrevimiento del Millonario impidieron ver un buen fútbol. Las dos mejores ocasiones de River llegaron con disparos lejanos de Salas Castaño, ambos detenidos sin problemas por Marchesín. La nota negativa fue la lesión de Meza, quien se había operado de la rodilla hace unos meses.

La primera parte parecía destinada a terminar sin goles, hasta que apareció el mejor jugador de Boca en las últimas semanas: Zeballos. En su primera titularidad en un Superclásico, cinco años después de su debut con Miguel Ángel Russo, el Changuito fue la figura del encuentro con el gol que abrió el marcador y la asistencia a Merentiel al inicio de la segunda mitad. En ambos tantos, la defensa de River quedó expuesta por su fragilidad y desconcentración, especialmente por la banda que ocupa Montiel.

Después de varios partidos sumando minutos, Ander Herrera debutó en un Superclásico argentino. El exjugador del Athletic Club disputó un cuarto de hora en el que se mostró preciso en sus intervenciones. Las lesiones y la falta de ritmo le han impedido tener más protagonismo en un equipo que pide a gritos un cerebro capaz de dar sentido al juego. Sin embargo, en las últimas semanas, el español ha ganado confianza con cinco partidos consecutivos participando.

La Bombonera volvió a rugir y River se fue herido con la cabeza baja dependiendo de otros resultados para poder llegar a Copa Libertadores de América 2026, de lo contrario, tendrá que verla por TV y con una fuerte crisis económica.