Luis Daniel Córdova
Betis del chileno Manuel Pellegrini, goleó, ganó y gustó. Además se dio el lujo de mandar al descenso al Valladolid de Ronaldo Nazario. Es decir, cartón lleno para dar un golpe de autoridad y alcanzar los puestos de Champions League. El equipo sevillano goleó al visitante Valladolid por 5-1 y con este nuevo triunfo en LaLiga, el equipo andaluz termina la trigésima fecha en el quinto puesto, última plaza hispana para la Champions League.
Y es que en el Benito Villamarín se disputaba un partido de morbo y tensión. Mientras el local jugaba su opción de meterse entre los cinco primeros, el equipo pucelano jugaba una de sus últimas fichas para permanecer en la máxima categoría, ya que si no ganaba se devolvía a la Segunda División.
En medio de esa presión, fue el visitante el que intentó tomar la iniciativa, con una numerosa línea de volantes, los dirigidos de Álvaro Rubio intentaron inquietar a los anfitriones y lo lograron a medias, con dos remates que llegaron mansos a las manos del meta bético Adrián.
Tras ese relajo inicial, el talentoso mediocampo de los sevillanos tomó el control del duelo. La seguridad de Johnny Cardozo y la inteligencia de Isco prometían acción en la portería de los de Castilla y León.
A los 17 minutos, los pupilos del Ingeniero encontraron el camino al gol. Isco centró desde la derecha y el cabezazo de Cucho Hernández dejó solo a Jesús Rodríguez. El juvenil no dudó y abrió la cuenta para el delirio de los hinchas andaluces.
Entonces, comenzó otro partido. Betis tenía la pelota, administraba la ventaja, pero no lograba profundidad en su juego y eso comenzaba a inquietar a los jugadores.
Al otro lado, el colista intentaba hacer un juego más directo y lograba poner en duda la supremacía de los locales. A los 24’, Latasa quedó solo en el punto penal, pero su cabezazo salió demasiado recto a las manos del golero.
Isco intentó sacudir la modorra de sus compañeros. Pasada la media hora, el exjugador de Real Madrid y Málaga controló al borde del área, pero su remate se fue por muy poco sobre el horizontal.
A cuatro minutos del descanso, la sorpresa cayó pesadamente sobre los sevillanos. Raúl Moro ensayó un pase a la espalda de los béticos y Chuki eludió la dubitativa salida del golero Adrián para rematar el 1-1.