Luis Daniel Córdova
Bayer Múnich está armando un equipo de ensueño para la presente temporada con la presencia del colombiano Luis Díaz. El campeón alemán ha abonado 67,5 millones de euros (más objetivos) y que cobrará un salario anual que superará los 14 millones brutos. La idea es revitalizar la banda izquierda que, a lo largo de la temporada pasada, fue más espacio vacío que zona de impacto.
Tras las constantes lesiones de Kingsley Coman, el bajo rendimiento de Serge Gnabry y la irregularidad de Leroy Sané, este último ya en el Galatasaray, la dirección deportiva encabezada por Max Eberl ha apostado por un jugador hecho, rápido, explosivo y con gol. Díaz, que firmó hasta 2029, no solo aportará experiencia al máximo nivel tras 103 partidos disputados en la Premier, sino también compromiso, sacrificio defensivo y capacidad para desbordar en el uno contra uno.
Díaz encaja en el perfil que buscaba el técnico Vincent Kompany: intenso, versátil y vertical. Su etapa en Liverpool, donde marcó 17 goles en la última temporada y fue clave en la conquista del título, le respalda como un futbolista de élite en plena madurez (28 años).
Sin embargo, el fichaje no está exento de riesgos. La importante inversión económica y la barrera del idioma —el extremo no domina ni alemán ni inglés— obligan al club a trabajar en su integración desde el primer momento para evitar un nuevo caso Mané, otro ex del Liverpool que le costó 32 millones y terminó saliendo por la puerta de atrás después de una sola temporada.

La ausencia de Jamal Musiala, aún recuperándose de su fractura de peroné, el colombiano Díaz será clave para que el equipo gane profundidad y variedad ofensiva. Kompany y su cuerpo técnico saben que el éxito del cafetero puede marcar el rumbo de la temporada. Si se adapta bien, podría ser el factor diferencial que libere de responsabilidades a Harry Kane y Michael Olise, los otros dos pilares ofensivos del nuevo proyecto.
Una vez Musiala esté de vuelta, el Bayern ya podría presumir de una superdelantera temible: Luis Díaz por la izquierda, Olise por la derecha, Musiala de mediapunta y Kane como ariete. Cuatro cracks que, si logran alcanzar su mejor versión a nivel colectivo, podrían convertir el ataque bávaro en uno de los más peligrosos del continente.
“Tengo muchas ganas de jugar con ellos, pero también con todo el equipo. Harry Kane es un gran delantero con cualidades increíbles y me apoyará mucho. Michael Olise tiene cualidades similares a las mías. Aprenderé mucho de los demás y estoy muy feliz de compartir vestuario con ellos. Quiero conocerlos a todos”, dijo el colombiano durante su presentación.
El potencial está ahí, pero el margen de error es mínimo. Díaz no tendrá tiempo de aclimatarse: su fútbol debe hablar más rápido que su alemán.

Luis Díaz espera ser uno de los puntales atacantes del equipo bávaro.