Luis Daniel Córdova
Papelón o desastre llámelo como quiera, pero la derrota del Bayern Múnich causó más de un dolor de cabeza a manos del Mainz. Lo que le permite al Leverkusen de Xabi Alonso, recortar diferencias con respecto a los pupilos de Kompany en el liderato de la Bundesliga.
Se vuelve más emocionante el torneo alemán después de la caída de los ‘bávaros’ por 2-1, donde se mostró bastante flojo permitiendo que el cuadro renano se vuelva a colocar a un total de cuatro puntos en la tabla después de su victoria contra Augsburgo por 0-2.
Cuatro días después de endosarle una manita al Shakhtar en la Champions, los muniqueses no salieron enchufados en Mainz, dejaron espacios al oponente y estuvieron a punto de pagarlo caro en una contra de Burkardt . Mainz siguió en lo suyo, consiguió mantener al Bayern lejos de su portería y, justo antes de terminar el primer tiempo, se puso por delante merecidísimamente en una acción bastante fortuita que aprovechó Lee dentro del área para decantar la balanza a favor de los locales. Golpe fuerte para los locales.
El guión del choque no cambió en los segundos 45 minutos, con un Mainz muy valiente y un Bayern que no lograba plasmar sobre el césped lo que lleva dentro. Kompany no se lo pensó dos veces y dio entrada a Goretzka y Boey, pero siguió siendo el Mainz el equipo que tuvo las cosas más claras y terminó noqueando al Bayern después de un centro de Sieb que Lee, tras controlarlo, mandó al fondo del marco protegido por Peretz, sustituto del lesionado Neuer. El tanto de Sané en el 87 quedó en mera anécdota de un partido que le permite al vigente campeón, el Leverkusen de Xabi, volver a ponerse muy cerquita del líder.