Luis Daniel Córdova
Nueva goleada del Barcelona que clasifica a lo grande en la Copa del Rey. Triplete de Ferran en media hora y por tanto, el equipo de Flick marca una docena de goles al Valencia en dos partidos.
El Barça está en las semifinales de la Copa tras una nueva exhibición ante un Valencia al que le tiene comida la moral. Tras el 0-5 con el que despachó a los valencianistas, los de Flick le han metido 12 goles en dos partidos. El equipo blaugrana es una pesadilla para un Valencia en plena crisis como se escenificó en las gradas de Mestalla, que se fueron vaciando a medida que los goles del Barça caían de manera rápida.
Hansi Flick había anunciado rotaciones, pero en su caso fueron menos. Porque que no jugara Gavi es menos rotación si juega De Jong o Fermín y si no juega Araújo y lo hace Eric, el equipo tampoco se resiente. El gran cambio era que jugara Ferran Torres por Lewandowski en punta. El resto, primeras espadas. Y las espadas cortan. Y ese cambio salió como la seda.
A los tres minutos, el Barcelona, gracias a la potencia de Balde, Ferran Torres marcó el primero. Luego, do, Ferran marcó el segundo al cuarto de hora después de que Dimitrievski evitara con el pie un tanto de Lamine Yamal desviando la pelota al poste. El rebote le cayó a Ferran que sentenció el duelo.
Barça fue jugando a su ritmo y los goles fueron cayendo para castigo de un Valencia absolutamente perdido que no sabía como detectar los movimientos al espacio de los jugadores catalanes. Una nueva maniobra al espacio de Fermín, que aprovechó el boquete entre Diakhaby y Yarek para aprovechar un pase descomunal de Pedri supuso el 0-3 y antes de la media hora, Ferran firmaba su triplete poniendo el 0-4 en el marcador. En Valencia, los jugadores, impotentes y desquiciados quisieron reconciliarse con su afición de la peor manera posible: dando palos a los barcelonistas.
En el inicio de la segunda parte se firmó un pacto de no agresión. Por parte del Barça, futbolística y por parte del Valencia, de intensidad. Pero Lamine Yamal quería su gol y lo logró gracias a otra jugada desgraciada entre la zaga y el portero tras haber disparado dos veces al poste. En el acto final del partido Dani Olmo salió para reaparecer tras su lesión mientras el partido dejó sensaciones muy diferentes en ambos bandos. El Barça es un trueno y el Valencia tiene un problema más que serio.