Luis Daniel Córdova
Detrás del 10-0 recibido a manos del Bayern Múnich hay una historia que se esconde para Auckland City en el Mundial de Clubes.
Para empezar, el resultado que dejó en evidencia las diferencias que existen entre ambos clubes. Los ‘navy blues’ son el club más laureado del fútbol neozelandés. Cuenta con 13 Champions de Oceanía, las últimas cuatro consecutivas. Sin embargo, en su debut demostró ciertas carencias propia de un cuadro semiprofesional donde sus jugadores son trabajadores y no viven del fútbol.
“Sabíamos que iba a ser un partido muy difícil”, dijo Vicelich después del encuentro. “Contra uno de los mejores equipos del mundo , era de esperar que nos arrollaran. Pero estoy muy orgulloso de los jugadores por no rendirse”.
Vicelich reveló que, durante el descanso, el cuerpo técnico les pidió que siguieran luchando con la máxima intensidad: «Les dijimos que lucharan hasta el final. Y lo hicieron. Para un equipo amateur, jugar a nivel mundial es una experiencia única. Es un sueño para muchos jugadores de Auckland».
Auckland City, trece veces campeón de la Liga de Campeones de Oceanía, afronta el Mundial de Clubes en Estados Unidos con una realidad atípica para un equipo de tan amplio palmarés. Varios de sus jugadores han tenido que solicitar permiso en sus respectivos trabajos para poder participar en el torneo internacional. Al no ser profesionales tienen un trabajo aparte. “Para los jugadores que provienen del fútbol amateur, disputar un torneo de esta magnitud es un sueño hecho realidad. En el campo no hay secretos: no se puede ocultar el nivel competitivo. Sin embargo, me siento muy orgulloso; muchos de nuestros futbolistas realizaron un gran esfuerzo y trabajaron con enorme dedicación”, declaró el asistente técnico de Auckland City.
Lo que viene para el cuadro neozelandés es enfrentar al Benfica en Philadelphia y sin dudas, la consigna del cuadro portugués es encajarle diez o más goles a Auckland City con su deseo de igualar o superar la marca goleadora del líder del grupo: Bayern Múnich.
Un cuadro semiprofesional Auckland City que no supo frenar a la máquina alemana.