Luis Daniel Córdova
Atlético Madrid sacó chapa de grande tras ganar 2-1 a Leverkusen, con doblete del argentino Julián Álvarez.
El partido latía en el corazón de todos a la vez pero solo uno corría en ese momento. Y lo peor de todo, Bayer Leverkusen lo golpeó con el ecuatoriano Hincapié a los 45 minutos y uno de descuento. Otra vez, como cuando tras el descanso Julián Alvarez le había gritado al mundo que este es su lugar en el mundo, que esta su gente y este su partido, la noche de mostrarlo.
Y fue a los 52′, la ‘Arañita’ puso la paridad. Ahora ahí estaba de nuevo, para, con una gambeta, engañar a Kovar y que el Metropolitano se abrazara fuerte y alto otro día más en el 90’. 2-1. Otra remontada. Otro imposible de nuevo conquistado. Y el Atleti con un pie entre los ocho primeros de esta Champions a una jornada del final. Tan lejos todo del partido que en realidad había despuntado.
Porque 90 minutos antes el trazo era otro y todo alemán: el Leverkusen salió a monopolizar el balón con pausa pero con filo hasta el área de Oblak. Con Xhaka y Palacios en el doble pivote delante de la línea de cinco y por detrás de Wirtz y Grimaldo, moviéndose libres y buscando espacios, de dentro hacia fuera. Frimpong e Hincapié ocupaban los carriles y los de Xabi generaban peligro de todas las maneras.
Apretaba y apretaba el Leverkusen negándole al Atleti hasta el mismo oxígeno, cuyo juego consistía solo en rifar balones hacia Julián, por si de alguno arrancaba un milagro, aunque los recibiera todos en inferioridad. Antes del minuto 24 ya sumaba otra ocasión, disparo alto de Hincapié, un gol en fuera de juego de Grimaldo y dos paradones de Oblak, en un revival de sus mejores paradas ante el equipo ante el que comenzó su leyenda, con aquella lesión de Moyá en 2016 y la triple parada en 2017. Ya llevaba dos. Una ante un disparo mordido de Wirtz y otra ante un latigazo de Tella. Las dos en tres minutos. Entonces llegó ese minuto, el 24, y de Barrios resquebrajó para siempre el partido.
Fue con una entrada durísima, una plancha a Mukiele, tatuándole los tacos en el gemelo. Primero de amarilla, tras llamada de VAR y pantalla, el árbitro rectificó. Roja. El Atleti debería sobrevivir con diez 66 minutos. Pero si el dominio del Leverkusen comenzó a llenarlo todo como niebla pegajosa, los del Cholo sacaron la cabeza para tomar por primera vez el balón. La expulsión por doble amarilla del ecuatoriano Piero Hincapié, le dio más seguridad al equipo del ‘Cholo’.
La garra, pundonor y empuje, llevaron al equipo colchonero a salir a contestar y pelear el resultado. Dos estocadas de Julián Álvarez. La primera para el empate a los 52′ y el triunfo a los 90′ tras el servicio de Ángel Correa.