ARGENTINA dejó el ridículo a BRASIL y lo GOLEÓ 4-1 en brillante actuación del ONCE de SCALONI con GOLES de ÁLVAREZ, FERNÁNDEZ, MAC ALLISTER y SIMEONE

Por Luis Daniel Córdova

Luis Daniel Córdova

Brillante y contundente. Dos títulos para la goleada de Argentina por 4 a 1 sobre Brasil en el Estadio Mâs Monumental por la fecha 14 de Eliminatorias Sudamericanas. La alegría no solo es brasilera.

La albiceleste armó una verdadera fiesta de fútbol, que se cerró con fuegos artificiales para enmarcar una de las mejores actuaciones históricas del ciclo de Lionel Scaloni. Se trató, además, de la primera vez en la que la Verdeamarela sufrió cuatro goles en un partido de este certamen. Finalmente, se concretó la clasificación al Mundial de la Selección Argentina.

Los goles fueron de Julián Álvarez, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Giuliano Simeone, mientras que Matheus Cunha descontó transitoriamente para el visitante. En la previa, Raphinha “calentó” el clásico diciendo que Brasil le iba a dar una “paliza” al campeón del mundo y bicampeón de América.

El arranque fue un monólogo argentino y lo plasmó a los 4′ con un gol de Julián Álvarez. En ese inicio, la albiceleste movió el balón a su antojo y no lo tuvo apenas unos segundos. De un pase cruzado de Rodrigo De Paul a Nicolás Tagliafico, nació el primer festejo. El lateral izquierdo se la dio de cabeza su compañero en Lyon Thiago Almada, quien enganchó hacia el medio y le dio un pase cruzado al centrodelantero de Atlético de Madrid. Este, fiel a su estilo, peleó la pelota con los centrales brasileños, se la llevó con algo de suerte, quedó de frente al arquero Bento y, casi desde adentro del área chica, la punteó y abrió el marcador. Golazo.

El visitante, por necesidad, salió a buscar el empate. Su dominio con la pelota fue con toques lejos del arco de Emiliano Martínez y envió centros al área a través de algunas infracciones, pero duró muy poco porque otra vez el conjunto de Lionel Scaloni, al ritmo de un estadio Monumental que por entonces ya deliraba, se hizo dueño de la misma. De hecho, la segunda conquista nació desde el fondo. Argentina llegó a puro toque hasta el otro lado, Nahuel Molina envió un centro raso desde la derecha, el balón cruzó toda el área, se desvió en un defensor y lo conectó en el segundo palo Enzo Fernández.

Enzo Fernández definió como centrodelantero en el segundo gol de la Argentina vs. Brasil
El segundo gol de Enzo Fernández. Cortesía La Nación.

El anfitrión nunca bajó la intensidad e hizo correr a todos sus rivales atrás de la pelota. De un pase de toda la cancha de ‘Dibu’ Martínez a Cristian Romero, casi nació el tercero. Una combinación de pases adentro del área dejó a De Paul mano a mano con Bento, aunque sin demasiado ángulo, y esta vez el guardametas llegó a “cachetearla” para evitar el tanto.

Pero Brasil, descontó. En una salida que no revestía peligro para el local, ‘Cuti’ Romero “se durmió”, perdió la pelota con Matheus Cunha, este avanzó unos metros aparejado con el defensor, remató cruzado y raso desde afuera del área y venció a un Martínez sorprendido.

Desde entonces el partido se equilibró porque el equipo argentino sintió el impacto. Vinicius Jr., hasta entonces muy bien contenido, comenzó a desequilibrar por el lado izquierdo de la ofensiva y su Brasil se arrimó más al área. La Argentina siguió con su repertorio de salir desde abajo con la pelota y así construyó una gran jugada colectiva que terminó con un remate de Almada que Bento mandó al córner.

Los de Scaloni no lanzaron la pelota al área, jugaron por el piso y construyeron el 3 a 1. El que rompió el molde fue Enzo Fernández. El volante de Chelsea, aún con el área llena de rivales, le dio un centro-pase a Alexis Mac Allister, quien picó al vacío, definió de aire antes de que llegue el arquero rival y el estadio de River volvió a ser una caldera. Era el 3-1.

El entrenador de Brasil, Dorival Junior, hizo tres sustituciones en el entretiempo, una en cada línea, para intentar revertir el resultado. La Argentina llevó el partido más lento, favorecido por el desarrollo, y no dejó de presionar a sus rivales cada vez que no tenía la pelota. Julián Álvarez exigió a unos defensores rivales desconcertados por sus movimientos y desde un pelotazo de ‘Dibu’ Martínez la casi anota el cuarto. El recién ingresado Léo Ortíz le sirvió el balón con un mal rechazo de cabeza mientras retrocedía y la ‘Araña’ se la tiró por arriba, con mucha parábola, a Bento, que reaccionó y lo mandó al tiro de esquina.

El partido se terminó a los 70′, cuando Giuliano Simeone, recién ingresado por Almada, marcó un golazo y lo festejó con alma y vida. De Paul jugó rápido un tiro libre y le cruzó un pelotazo a Tagliafico. El lateral izquierdo surgido en Banfield mandó un centro raso que Mac Allister no llegó a conectar como centrodelantero Pero por atrás de todo apareció el hijo del ‘Cholo’ quien, ante el cierre de Marquinhos, remató cruzado y la puso en el ángulo derecho de Bento. Golazo para la fiesta albiceleste que ya está en el Mundial 2026.