Luis Daniel Córdova
Kevin De Bruyne dio conferencia y fue presentado en Nápoles con la camiseta número 11. No usará la diez de manera oficial, sino en los entrenamientos como se le vio en las últimas prácticas de inicio de semana. El volante belga ha dicho: “El amor y la pasión de esta gente son admirables. Para quienes no están acostumbrados es mucho, pero todo se basa en el amor. Y mientras haya amor, todo es bellísimo”.
Un jugador de semejante tamaño no necesita en realidad de presentaciones, tal cual apenas ayer declaraba a la prensa Antonio Conte: “Queríamos subir el nivel del equipo y con él lo hacemos. Es uno de los mediocampistas más fuertes en el mundo. Estamos felices de contar con él”. La estima es recíproca y hace unos meses al saberse de su llegada al Napoli el mismo Pep Guardiola dijo del belga se hubiese relacionado con uno de los mejores entrenadores en circulación. “Todos los mejores que son muy buenos tácticamente también están un poco locos, como nosotros los jugadores”, dijo sonriendo Kevin De Bruyne resaltando el valor de Antonio Conte y siguió: “Lo conozco de cuando entrenaba al Tottenham, aunque con un sistema diferente. Sé que es muy táctico. Que quisiera quedarse en el Nápoles es otra muestra de la grandeza del club, ya que es uno de los mejores entrenadores. Puedo aprender mucho de él, como lo hice en los nueve años con Guardiola y los anteriores entrenadores que tuve”.
Acerca de la decisión de mudarse a la Serie A y aceptar la propuesta del Nápoles, el mediocampista explicó: “He estado toda mi vida en la Premier League y siempre seré un jugador del City, pero esa experiencia ya terminó y buscaba un nuevo reto. El club demostró que quiere invertir fichando ya a cuatro o cinco nuevos jugadores, sentando las bases para el futuro. Yo puedo contribuir al crecimiento del equipo. Nápoles es un gran lugar para jugar, ganaron la liga el año pasado con gran calidad. Obviamente, hay una gran diferencia con respecto a mi experiencia anterior, pero esto también me entusiasma. Quiero jugar al máximo nivel, y cuando me propusieron el proyecto, me emocioné. Es el mejor lugar para mí”, apuntó el jugador belga.
La posibilidad de reencontrarse con uno de sus amigos de toda la vida en el fútbol o sea Romelu Lukaku fue importante, pero no determinante para viajar hacía el Sur de Italia: “Hablé con Lukaku y Mertens sobre la ciudad y el equipo, pero la decisión fue mía, junto con mi esposa e hijos. Romelu estaba contento, nos conocemos desde los 13 años y somos muy amigos; incluso vivimos juntos durante meses cuando jugábamos en el Chelsea”.