Luis Daniel Córdova / Enviado Especial Estados Unidos
Paul Pogba hizo noticia en Miami cuando se puso la camiseta de Boca Juniors tras un regalo de Juan Román Riquelme en el duelo de los xeneizes con Bayern Múnich. Sin embargo, la noticia y vuelta al fútbol del volante francés tendría otro destino tras 18 meses de sanción-inicialmente era de cuatro años-por dopaje.
El mediocampista francés, campeón del mundo en 2018, jugará en el Mónaco. Lo hará, de hecho, las dos próximas temporadas: firma hasta 2027. Formado en la cantera de Le Havre, jugará por primera vez en su carrera en la Ligue 1.
Pogba, que desde el verano de 2022 apenas ha acumulado 160 minutos de juego, lucirá el dorsal número 8 y reducirá su salario considerablemente: de los 8 kilos que percibía en la Juventus pasará a cobrar algo menos de cuatro.
Lo realmente curioso es que el ex de Manchester United y Juventus compartirá equipo con el primo de uno de los extorsionadores que organizaron su intento de secuestro en 2022.
Hasta seis personas retuvieron al futbolista a punta de pistola en un apartamento de Seine-et-Marne mientras le reclamaban un ‘botín’ de 13 millones de euros para liberarle. Entre ellos estaba su hermano Mathias,que fue condenado a un año de cárcel.
Por su parte, Mamadou C. recibió una pena de cinco años de cárcel, uno de ellos exento de cumplimiento. Su nombre no es baladí. ‘Mam’s’, como le apodan, es amigo de Pogba desde la infancia.
La historia no acaba ahí. Mamadou C. es primo de Soungoutou Magassa (Stains, 2003) y éste compartirá equipo con Pogba. El pivote/central francés, de 21 años, lucha por abrirse paso en el primer equipo de El Principado: la temporada pasada disputó 31 partidos (1.400′) en los que marcó un gol y dio una asistencia.

El hincha de Boca se había ilusionado con la llegada de Pogba.