Luis Daniel Córdova / Enviado Especial Estados Unidos
Intenso y luchado. Peleado con el cuchillo entre los dientes. Palmeiras se clasificó para cuartos de final dejando fuera a Botafogo, su verdugo en el último brasileirao. El golazo de Paulinho, en medio de tantos golpes y patadas, entra directo en la historia de una rivalidad tan moderna como intensa.
La dureza que se vio desde el inicio no sorprendió a nadie. La FIFA, consciente de lo que se venía, designó al francés Letexier para contener a ambos. La actuación del mejor árbitro del mundo -y de sus asistentes- sostuvo un partido destinado a salirse de madre.
Barboza, central de Botafogo, vio la amarilla cuando no se cumplían tres minutos. Su entrada a Ríos fue para mirar hacia otro lado. El partido estuvo parado un buen rato nada más comenzar. Lo habitual en la primera parte.
Entre faltas, tarjetas, choques intencionadamente dañinos y simulaciones en el área, hubo poco espacio para los buenos. Estevao, el llamado ‘Messinho’ del Palmeiras, próximo jugador del Chelsea por 45 millones, apenas participó. Vitor Roque e Igor Jesus solo pelearon. En el descuento, Richard Ríos hizo saltar a la afición del Palmeiras en un disparo que parecía gol, pero salió rozando el travesaño.
Botafogo ganó energía tras la pausa de hidratación. Freitas protagonizó su mejor ocasión tras avanzar arrollando a rivales y disparar desviado. El joven Estevao sacó su fútbol tras el descanso. Dos zurdazos que exigieron a John Víctor aceleraron el ritmo del partido. Palmeiras avanzó metros, pero la batalla estaba lejos de tener un ganador.
A Botafogo no le duraba el balón y empezó a sentirse inferior, que ya lo era pero sin que le penalizase. Una chilena de Vitor Roque, una volea de Mauricio… hasta que el carrusel de cambios y las faltas volvieron a pararlo todo. Por cierto que Estevao y Vitor Roque fueron sustituidos en el mejor momento del Palmeiras.
Un cabezazo de Mauricio fue repelido por John Victor en la gran parada del partido. El meta de Botafogo, que pasó sin gloria por el Valladolid en 2023, fue elegido el Mejor Jugador del Partido. Todo iba encaminado para que fuera el héroe hasta que apareció el 10 del Palmeiras.
Sucedió en el minuto 100, ya en la prórroga. Paulinho encaró hacia dentro, recortó y definió despacio y colocado con su zurda. Va tan justo físicamente que entró en el 64’ y fue sustituido tras su gol. Ya había hecho todo lo que tenía que hacer.
Botafogo pudo forzar los penales. Acumuló córners y remates que el Palmeiras achicó para cerrar su victoria en el nuevo clásico brasileño. Palmeiras sumó 20 victorias en el historial sobre 13 de Botafogo, que había sido el verdugo del Verdao en los últimos cinco partidos entre sí.

Golazo de Paulinho, apareció la magia para liquidar al Fogao.