Luis Daniel Córdova
Golpe a golpe, gol a gol, festejo a festejo. Barcelona perdió 2-3 con Villarreal, en un partido de alto voltaje que permitió al Submarino marino entrar a Champions League y el Barza campeón, a pensar en el 2026.
La resaca del título de Liga pasó factura, Barza fue incapaz de acometer la enésima remontada ante un Villarreal que se jugaba su pasaporte a la Champions. Lo logró tras ganar 2-3 a un Barcelona que se defendió con un Lamine Yamal en modo Play Station y un Fermín desatado. Pero eso no fue suficiente ante un Villarreal que iba en serio y que se encontró con un Barcelona que volvió a jugar sin portero una vez más. Lo de Ter Stegen es para pensar en su no renovación. Tres veces le patearon al arco, tres goles le metieron y todos ellos adornados con indecisiones, tropezones y desequilibrios. Mucho tiene que mejorar el alemán para poder ser el tercer portero de la plantilla la próxima temporada.
Hansi Flick fue muy claro en la previa cuando dijo: “Si se sale, se puede jugar”. Y añadió que quería acabar LaLiga dignamente y sin perder un partido. Por eso dispuso una alineación sin concesiones a la galería. Empezando por Lamine Yamal. Y luego casi da igual quien acompañe. Lástima que los que le acompañaron fueran Lewandowski y Ter Stegen. Lo más parecido a jugar con nueve.
Barça empezó encajando un gol antes de los cinco minutos. Ayoze, jugador revelación de la temporada aprovechó una mala coordinación de la defensa del Barça para retratar de nuevo que Ter Stegen está pintado. Era el 0-1 del Villarreal y el equipo de Flick se veía obligado a regresar a la rutina de la remontada, que, cómo no, se inició con una genialidad de Lamine Yamal, que de nuevo dibujó otro gol de museo después de los intentos de un Fermín que seguía igual de bullanguero.
Luiz Junior evitó el empate del Barcelona en dos disparos previos, pero nada pudo hacer el portero brasileño cuando Lamine Yamal hizo la jugada que siempre hace, que todos los rivales saben que va a hacer y que nadie puede evitar. El juvenil remontó la línea frontal del área, aceleró, descuadró a sus dos marcadores y la colocó de rosca al fondo de la red.
Con el empate a uno, Ayoze notó una molestia muscular y pidió el cambio. Marcelino corrió el riesgo, para no gastar una ventana de cambio, de jugar los minutos del descuento de la primera parte con uno menos. Y eso ante el Barcelona es muy peligroso. Se confirmó tres minutos después cuando, a punto del descanso, Fermín cazó un balón en la frontal y anotó el segundo. Remontada parcialmente conseguida.
Tardó cinco minutos el equipo de Marcelino en plantarse de nuevo ante un alemán encadenado al poste para que Comesaña lo superara con una vaselina de manual. Empate a dos y partido abierto.
Las únicas opciones para ganar el partido para el Barcelona eran que Lamine y Fermín asumieran la responsabilidad de hacer otro milagro. Pero ya no fue posible. A diez minutos del final, Buchanan marcó el 2-3 para el Villarreal en una jugada en la que Ter Stegen volvió a demostrar que por mucho que pretenda reivindicarse no está para nada tropezando con si mismo mientras que Villarreal se aseguraba la próxima participación en la Champions League.

Yamal hizo un golazo para el 1-1 transitorio. Golazo para ponerle marco.