Luis Daniel Córdova
En mala racha está Milan que no pudo superar a Feyenoord en Champions a mitad de semana y este sábado perdió 2-1 con Torino por Calcio. Es decir, la seguidilla de malos resultados acompaña al rossineri.
El equipo milanés con João Félix y Giménez de inicio, cayeron con un gol en propia puerta de Thiaw y un tanto de Gineitis. No hay duda, la crisis del Milan sigue agravándose. Tras la eliminación sufrida ante el Feyenoord en la Champions League, los rossoneri cayeron en su visita al Torino, a pesar de dominar todas las estadísticas del encuentro, mostrando poca puntería, fragilidad defensiva y también una evidente falta de suerte. Conceição volvió a apostar por un planteamiento ofensivo, alineando a todos sus hombres de mayor calidad al mismo tiempo (Leão, João Félix, Pulisic y Giménez), pero, una vez más, un error individual complicó su trabajo.
Tras apenas cinco minutos, un mal despeje de Maignan golpeó a Thiaw y, tras el rebote, el balón terminó en propia puerta. Hubo reacción de los milanisti, que se apoyaron en los muy activos Giménez y João Félix, y de su buen momento surgió la mejor oportunidad posible. Pedersen rechazó con la mano un cabezazo de Leão en el área, en un penal claro que Pulisic, hasta ahora perfecto desde los 12 pasos, desperdició ante una gran parada de Milinković-Savić. No sería la única del portero local, que ya ha detenido cuatro penales esta temporada y fue capaz de romper la racha del estadounidense, quien nunca había fallado uno en su carrera. Maignan se reivindicó con un par de intervenciones antes del descanso, pero en la reanudación (que Conceição inició con Fofana en lugar de Leão), volvió el monólogo milanista. João Félix (que estrelló un disparo en el poste) y Giménez hicieron temblar a los granata, hasta que, en el 74′, llegó el merecido empate. Lo anotó Reijnders, que culminó un barullo en el área con su gol número 12 de la temporada, el mejor registro de su carrera.
Cuando todo apuntaba a que el Milan se lanzaría al ataque para completar la remontada, llegó otro jarro de agua fría para los milaneses. Una falta sacada rápidamente por Sanabria llegó a Gineitis, quien penetró en el área y fulminó a Maignan con un perfecto remate cruzado en el 76′. Fue un golpe definitivo para los milanisti, que estuvieron más cerca del 3-1 que del 2-2 en el último cuarto de hora. Ahora marchan séptimos, a seis puntos de los puestos de Champions, con un partido pendiente por disputar. Las críticas sobre el equipo de Conceição seguirán aumentando.