REAL MADRID levantó la INTERCONTINENTAL tras GOLEAR al PACHUCA con GOLES de su mejor TRIDENTE: MBAPPÉ, RODRYGO Y VINICIUS.

Por Luis Daniel Córdova

Luis Daniel Córdova

Real Madrid logró un año de ensueño. Conquistó la Intercontinental ante Pachuca y suma todos los títulos en 2024 salvo la Copa. Mbappé abre la cuenta en un jugadón de la BMV, Rodrygo brilla con un golazo y Vini cierra de penal. Un 3-0 contundente y lapidario ante Pachuca. Es decir, superior desde donde se lo mire, goleó con autoridad.

A pesar de un inicio sin chispa, los goles de su lujoso ataque (Mbappé, Rodrygo y Vinicius) convirtieron al club blanco en el rey también del viejo Mundial de Clubes. Nadie tiene tantos como él. Pachuca resistió poco más de media hora, hasta que Bellingham, líder indiscutible del juego madridista, abrió brecha en el marcador para el equipo de Carlo Ancelotti. El italiano supera a Muñoz como entrenador más laureado del club. Es el Real Madrid, campeón de todo en 2024 salvo de la Copa. Admirable.

Nadie recordará el partido. Especialmente hasta el primer tanto. Media hora sin ritmo ni intensidad. Se pueden poner muchos matices: el césped seco y lento, el rival ordenadito pero limitado, y un calendario que invita a ahorrar esfuerzos innecesarios. El caso es que el Madrid gestionó el inicio de paseo, sin asomarse mucho por el campo rival, a la espera de un error que permitiera correr. Los dos primeros remates, de Luis Rodríguez e Idrissi, obligaron a Courtois a usar los guantes. Pachuca se ilusionó.

Ancelotti empezó entonces a enfadarse. Colocó a Mbappé con Rodrygo y Vinicius, lo que en el arranque de temporada garantizó falta de equilibrio defensivo, y por ahí vino la bronca. Laterales que entran solos hasta línea de medios, dos contra uno para Lucas y Fran García, esfuerzos extra para los medios, Valverde y Camavinga. Fue hasta que el balón empezó a tener velocidad y altura. O sea, hasta que Bellingham comenzó a gestionarlo. Un inglés que se echó a jugar, rompe defensas y desapareciendo sus molestias del hombro.

Arrancó Valverde en vertical para encontrar al 5, control y servicio para la ruptura de Vinicius, cara a cara con Carlos Moreno. La maniobra de The Best fue escandalosa, una suerte de quiebro con bicicleta demoledora que sentó al portero. Pudo rematar él, pero dejó atrás para que completase Mbappé, desde cerca. 1-0 sin haber roto a jugar. Se abrió el camino blanco a los 37 minutos.

En el complemento, nuevamente Real Madrid al ataque. Se instaló en el campo enemigo y puso el segundo. Aunque recibió una arremetida mexicana con una doble incursión de Luis Rodríguez y Deossa por derecha. En el segundo festejo apareció Rodrygo tras recibir de Mbappé y le bastó al brasileño, una pelota en la frontal para derramar su talento. Amagó uno, amagó dos, recortó y con la derecha colocó junto al palo. Carlos Moreno pidió el fuera de juego posicional de Bellingham, y debió convencer al árbitro de VAR, Juan Soto. No sólo estaba lejos de la línea del remate, sino que el inglés se agachó para no molestar. El árbitro titular, Jesús Valenzuela, puso cordura y validó el 2-0.

Real Madrid empezó a ser un equipo prudente y guardar algunas piezas para la Liga. Con el resultado a favor, cuidó más la pelota en sus pies, mientras Pachuca buscó el tanto que le metiera de nuevo en el partido. Lo intentaron Montiel, el futbolista más fino de los tuzos, y Rondón, que colocó un cabezazo en el tejado de la portería de Courtois. Pero más cerca estuvo Vinicius, que recibió un servicio exquisito de Bellingham y tiró un uno-dos ante Carlos Moreno. Le tapó el portero. No pudo hacer nada el meta, meritorio, en el penal de Idrissi a Lucas que no vio el árbitro y sí detectó el VAR. Vinicius Júnior cambió la pena máxima en gol, centrado y potente, para redondear otra victoria clara en una final. Goleada para festejar y demostrar que es el mejor club del Mundo. De esos equipos que han ganado 20 de las 21 Copas disputadas. Es el Madrid. Un equipo de época.