Cristhian León, un apasionado del billar, decidió dar un paso adelante en su afición y emprender un negocio propio. Hace menos de un mes inauguró oficialmente su negocio de billar en el centro de la ciudad, y los entusiastas y aficionados ya están haciendo cola para probar las mesas.
«A mi me gusta mucho jugar minga, a veces puedo, otras no. Debo estar pendiente del negocio«, me cuenta Cristhian, mientras me señala la mesa principal y me ofrece jugar una mesa después que se vayan ‘los lobos’.
«Chino» abre el billar a las 2:30 de la tarde, a veces un poco antes; como un poco después. Los sonidos de las bolas cuando chocan se escuchan desde el primer piso de la pollería Piscis. Hasta el menos curioso delataría que se trata de un billar.
En el tercer piso de dicho lugar, está Cristhian, siempre sonriente y no es raro. Lo conocí con una sonrisa en tiempos escolares allá por los dos mil y pico.
Pasión
Un joven se acerca a la repisa y toma un taco de la pared, acomoda las bolas con un triángulo sobre la mesa. Pone tiza en el taco y se inclina para ejecutar un tiro, lo hace mal y vuelve a acomodar las billas con el triángulo hasta que de tanta insistencia logra embocar una bola en la ‘buchaca’.
Para muchos es ingeniería, para otros un deporte y para el que menos tiene esperanza; una pasión. Lo último, cautivó a Cristhian León, quien desde la época universitaria fue atrapado en las redes de este juego.
La creación de un billar nuevo es un proceso interesante y meticuloso que requiere una planificación cuidadosa y una gran atención al detalle. No va al azar por ahí, al contrario, mientras más «ojo al piojo», mejor.
Se debe seleccionar el tipo de billar que se desea construir. Esto puede incluir la elección del tamaño de la mesa, el tipo de material utilizado para la superficie de la mesa, los materiales utilizados para los rieles y las trincheras, y los accesorios que se utilizarán, como las bolas, los tacos y los soportes de pared.
Afición
En el billar que atiende Christian lo que importa es pasar un buen rato con precios accesibles, pues la hora de billar cuesta ocho soles y hay descuentos por acumulación de tiempo.
«Lo vi buena idea porque en el centro de Tumbes no había un billar, cada vez que quería jugar debía irme hasta Puyango, era poco incómodo. Muy a parte tengo 8 años jugando y conozco bien lo que necesita cada jugador y se sienta cómodo en el ambiente», sustenta Cristhian.
La inauguración del negocio atrajo a una multitud de personas, incluyendo a amigos, familiares y otros entusiastas del billar que estaban emocionados de ver el negocio de Cristhian en acción. Los primeros clientes pudieron probar las mesas y los accesorios, y muchos de ellos expresaron su satisfacción por la calidad de los equipos y el ambiente tranquilo y relajado del lugar.
Cristhian está emocionado de continuar creciendo su negocio y satisfacer las necesidades de la comunidad de jugadores de billar. Con una pasión y un compromiso tan fuertes, no hay duda de que su negocio de billar se convertirá en un éxito duradero.
Esta crónica no pudo ser escrita si no fuera por mi afición al billar heredada de mi padre. En este espacio, no hay ruidosas distracciones como música fuerte o risas que puedan distraer a los jugadores. El ambiente está destinado a jugar, socializar con amigos y relajarse, sin ningún otro propósito. Es como un espacio donde los hombres (aunque las mujeres también tienen acceso) pueden sentirse tranquilos y a gusto. ¿Habla, una minga?
Aprovecho estas líneas para mandar un saludo para Súper, Nando, Cadenillas, Matamoro, Jair, Francesco, ‘salchi’, Héctor, «Pachurro» y en el cielo a Hernán, más conocido como la ‘Barbie’.
Dato
- Billar Leo’s está ubicado en Av. Piura 623.
- El billar cuenta con 4 mesas, tres de pizarra nacional y una de piedra italiana.
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