Sergio Omar Valladolid Saavedra, de 43 años, es un exfutbolista piurano que hoy en día tiene su propia academia llamada Escuela de Fútbol Real Valladolid.
Se ha desempeñado como entrenador en UDEP, y en Olimpia de la Unión fue jugador y director técnico al mismo tiempo, club con el que salió campeón por 5 años.
Además, se ha capacitado en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) de la Federación Peruana de Fútbol y se ha codeado con grandes figuras del balompié nacional. Esta es su historia.
Inicios
Sergio Valladolid se inició jugando fútbol a los 14 años en el equipo de su urbanización, Los Tallanes. A los 15 jugó en Sport Callao, un equipo de la primera división de Piura.
Su paso por este equipo fue muy importante porque tuvo una buena preparación física para estar al nivel de los jóvenes de la capital.
«Antes de llegar a Lima tuve una muy buena preparación tanto física como futbolísticamente. Gracias a los entrenamientos del profesor Gutiérrez pude tener un nivel competitivo, lo cual me permitió llegar a Alianza Lima en buenas condiciones», recuerda.
Jugó de volante de contención o volante mixto gracias a su gran potencia para recuperar y generar situaciones de gol, pero Valladolid se caracterizaba más por sus goles de media distancia.
Alianza Lima
A los 16 años, Sergio pasó por uno de los equipos más grandes del país y tuvo la oportunidad de compartir camerinos con grandes jugadores íntimos como Sandro Baylón, Ronald Quinteros, Miguel Llanos, Jesús Cisneros y Walter Rojas.
Para Valladolid, el paso por el conjunto victoriano fue trascendental en su carrera porque lo ayudó a madurar como futbolista.
«Jugar en Alianza Lima fue una base fundamental en mi carrera. Me sirvió muchísimo para madurar en lo futbolístico y crecer como persona».
Durante su estancia en el club íntimo, Sergio Valladolid fue dirigido por destacados técnicos como Rafo Castillo y Óscar Ospina, de quienes aprendió bastante.
Atlético Grau
Luego de su paso por Alianza Lima, Sergio Valladolid fue transferido a Alianza Atlético de Sullana. Más adelante ficharía por Atlético Grau, en donde pasó uno de los momentos más complicados de su carrera.
«Recuerdo mucho mi paso por el Grau porque pasé por momentos muy complicados, tanto en lo personal como en lo futbolístico. Tenía 27 años y, aparentemente, no volvería a jugar debido a una lesión», lamenta.
A pesar del duro momento que pasó, Sergio pudo recuperarse y jugó el campeonato, en donde salió campeón con el Atlético Grau.
«Estuve casi un año sin jugar, me engordé y el técnico ya no me quería en el equipo. No me tenían confianza, pero pude recuperarme, incluso fui capitán y sacamos campeón al equipo en la Liga de Piura», agrega.
Retiro y carrera como entrenador
Una lesión de la rodilla hizo que Valladolid se retirara por la puerta falsa del fútbol. No pudo continuar como futbolista. Sin embargo, se le presentó la oportunidad de dirigir y no la desaprovechó.
«Una ruptura del ligamento cruzado de la rodilla derecha y una rotura de meniscos hicieron que acabara mi carrera como futbolista. Me retiré, pero tuve la oportunidad de dirigir en UDEP y Olimpia de la Unión», recuerda Sergio Valladolid.
Sin embargo, para Valladolid, ser futbolista no implicaba tener los mismos derechos para dirigir, así que se preparó en el instituto ESEFUL, en donde consiguió el título de Entrenador de Menores de Fútbol y también en el Centro de Alto Rendimiento (CAR), en donde la Federación Peruana de Fútbol (FPF) le otorgó una beca y terminó de formar su carrera como Director Técnico.
«Para ser entrenador había que prepararse bien. A mí siempre me ha gustado aprender así que estudié en el Instituto ESEFUL y la CAR de la FPF. Después de eso dirigí mi primer equipo que fue el Club Deportivo Los Tallanes, en Piura. Aquí apliqué todos los conocimientos de mi etapa como futbolista».
Actualidad
Sergio Valladolid no ha desaprovechado su etapa como futbolista y sus conocimientos en dirección técnica. Por ello, desde hace 4 años fundó su propia academia de fútbol llamada Escuela de Fútbol Real Valladolid.
«Tengo un proyecto personal, mi propia escuela de fútbol llamada Real Valladolid. Aquí entreno a niños de 3 a 12 años y juveniles de 13 a 17».
Asimismo, Sergio ha incluido en su proyecto a los adultos, quienes por salud o estrés quieren relajarse practicando deporte. «Hace un año empecé a trabajar con un grupo de adultos, con un enfoque orientado al tema de salud, estrés, etc.».
Las clases para los menores las dicta en la «Pichanga», los días martes, jueves y sábados, desde las 6 p.m. Y para los mayores, los entrenamientos son desde las 6:00 a.m. hasta las 7:30 a.m. de martes a viernes, en la cancha de Santa Rosa.
Perfiles
Para Sergio Valladolid, las condiciones futbolísticas son importantes en el fútbol, pero en ese mismo nivel también se encuentra la personalidad del jugador. «Un jugador con personalidad y disciplinado es fundamental para un proyecto. Ese tipo de perfiles busco para mis equipos, que sean personas con ganas de triunfar».
«Muchos jóvenes han llegado a una sub-17 o 18 de la selección, pero después no han llegado a la selección absoluta. Por ello, deben esforzarse, estar predispuestos a aprender más y tener mucha humildad».
Además, Valladolid considera que el aspecto psicológico es un factor determinante en la parte profesional del futbolista.
«El futbolista debe estar bien psicológicamente, no marearse cuando le vaya bien. Tenemos casos de talentos desaprovechados porque no tuvieron buena orientación o psicológicamente no estaban preparados. Reimond Manco es un claro ejemplo».
Finalmente, Sergio Omar Valladolid resalta que Piura es uno de los departamentos que tanto futbolistas destacados está brindando hoy en día. Además, aconseja a que los jóvenes se sigan esforzando para llegar muy lejos.
«Piura tiene muy buenos jugadores hoy en día. Tenemos a Pretel y Martin Távara en Sporting Cristal; a Gaona en el Atlético Grau; Benites en Huancayo; Axel Sánchez», menciona.
«Personalmente recomiendo a los jóvenes que se esfuercen el doble para alcanzar grandes cosas y que cuando consigan algo importante, no dejen de esforzarse igual. Muchos jóvenes han llegado a una sub-17 o 18 de la selección, pero después no han llegado a la selección absoluta. Por ello, deben esforzarse, estar predispuestos a aprender más y tener mucha humildad».