El Manchester City logró clasificarse para las semifinales de la Liga de Campeones después de un empate 1-1 ante el Bayern Múnich, que había sido derrotado 3-0 en el partido de ida.
Ida y vuelta de emociones
El Bayern Múnich tuvo una gran actuación en el primer tiempo, con una gran intensidad y más llegadas que el City, pero no logró concretar ninguna oportunidad de gol para una posible remontada. Kingsley Coman tuvo dos oportunidades de escape en los primeros diez minutos, pero sus centros no encontraron a nadie.
En el minuto 17, Leroy Sané tuvo una gran oportunidad pero su disparo fue ligeramente desviado. En la primera mitad, el Bayern sufrió dos momentos de pánico, uno de los cuales involucró a Dayot Upamecano, quien cometió una falta cerca del área después de un mano a mano con Haaland.
Sustos
En el partido, el árbitro Clement Turpin inicialmente mostró una tarjeta roja a Haaland, pero después la retiró al darse cuenta de que el jugador estaba en fuera de juego.
El Bayern continuó atacando con gran intensidad y en el minuto 21, Ederson tuvo que desviar una falta lanzada por Sané a saque de esquina.
Upamecano y Haaland
En el minuto 24, Leon Goretzka remató mal dentro del área después de una buena jugada de Coman y Musiala. El segundo susto para el Bayern llegó cuando Upamecano cometió una falta que resultó en un penalti, pero Haaland lo falló y envió la pelota a las nubes.
A pesar de esto, el Bayern siguió atacando con remates de Sané y Coman, mientras que el City se enfocó en tratar de controlar el ritmo del partido.
El Bayern Munich, pese a intentarlo de todas las formas posibles, corría riesgos al jugar muy adelantado y darle al Manchester City espacios para el contragolpe.
El City tuvo su primer aviso en el minuto 55 con un remate mal ejecutado por Haaland. A los dos minutos, en otro contragolpe iniciado por un despeje largo de Stones desde el área del City, Haaland no falló al batir al portero con un disparo de zurda después de regatear a Upamecano.
Con el gol de Haaland, las posibilidades del Bayern de soñar comenzaron a disminuir y la energía del equipo disminuyó. El estadio se animó cuando Kimmich empató en el minuto 84 con un penalti tras una mano de Akanji señalada por el VAR. Sin embargo, Mané tuvo una oportunidad en el tiempo añadido, pero la suerte ya estaba echada.