Luis Daniel Córdova
El fútbol español está de fiesta. Y tuvo que esperar 64 años para recibir el Balón de Oro un futbolista nacido en España. Rodrigo Hernández del Manchester City, o simplemente ‘Rodri’ se coronó como el ganador del máximo premio para un futbolista en el mundo. Todo el cielo en París y recoge el testigo de Luis Suárez en 1960. El fútbol hispano hizo doblete con Rodri y Aitana Bonmatí.
Un tridente del Real Madrid le peleó palmo a palmo la corona del oro a Rodrigo, es que sus tres rivales son protagonistas del fútbol español, es decir, Vinicius Junior, Jude Bellingham y Carvajal de la Liga de España, específicamente, madridistas. Sin embargo, pesó mucho el galardón de la Eurocopa en Alemania para sacar de competencia al delantero brasileño que juega en Real Madrid.
Vini tendrá que esperar porque la codiciada esfera dorada se va a Manchester con Rodrigo. El delantero del Real Madrid, Vinicius fue segundo, Bellingham fue tercero, Carvajal cuarto y Haaland quinto.
Rodrigo apareció en la alfombra roja junto a su pareja, Laura, en un escenario operístico casi a tiro de piedra de Notre Dame, muy elegante con esmoquin clásico y muletas negras a juego. Lo hizo con pausas para poder descansar, en pleno proceso de recuperación de la lesión del ligamento cruzado anterior con afectación al menisco que sufrió el pasado 22 de septiembre. El esfuerzo merecía la pena y es de los que quita cualquier dolor.
Rodrigo sucede a Messi en el palmarés del más prestigioso de los premios individuales y es el primer centrocampista en hacerlo desde que Modric ganara el Balón de Oro en 2018. Como en aquel entonces con el Mundial para el croata, ahora la Eurocopa ha jugado un papel fundamental para Rodrigo, que lideró a la Selección española y mostró una superioridad tal que fue escogido como el Mejor Jugador del torneo.
Rodrigo es la cara sonriente de esta gala del Balón de Oro y la cruz de la moneda fue el gran ausente, Vinicius. La noticia de que el Real Madrid había decidido no viajar a París como protesta, porque ya conocía que el galardón masculino no era para la estrella brasileña ni para Carvajal (ni siquiera para Bellingham como última bala), corrió desde primera hora de la tarde por la ciudad de la luz. También llegó a un buen número de aficionados que se apostaron desde primera hora de la mañana en las vallas más cercanas a la alfombra roja. Desconcertados y armados con varias camisetas del 7 madridista en numerosas ocasiones gritaron “¡Vini, Vini!”. Sin embargo, la noche de París, fue para Rodrigo.