Luis Daniel Córdova
Primera victoria del PSG en Champions. Primer resucitar del cuadro parisino de visita ante Salzburgo. Fue 0-3 con un gol de Gonçalo Ramos y otros dos, de Mendes y Doué, en el segundo tiempo y se mantiene con vida en la competición antes de afrontar sus últimas dos vidas contra el City y el Stuttgart. Las sensaciones, más allá del triunfo, no son muy positivas, por falta de talento ofensivo que por ganas de Luis Enrique.
Fue un partido en el que el PSG volvió a sufrir los problemas que le han condenado en la Champions, su falta de gol. Se fue al descanso con una renta ínfima y necesitó siete oportunidades para adelantarse en el marcador contra un timorato Salzburgo, uno de los equipos más débiles de la Champions.
Gonçalo Ramos, que antes había perdonado dos oportunidades flagrantes, se convirtió en el primer delantero que marca con el PSG en la Champions desde Mbappé el 15 de abril contra el Barcelona. Aprovechando un pase de Achraf de cabeza, el portugués no falló porque literalmente marcó a un metro de la portería. Luis Enrique suspiraba en la banda, consciente de las dificultades de su equipo para embocar todas las ocasiones que genera.
PSG jugó con fuego y no se quemó porque al Salzburgo no le dio para más en la segunda mitad. Con muchas posesiones estériles, como si el miedo se asentara en el equipo, los de Luis Enrique sentenciaron el partido gracias a los goles de Mendes y Doué. Luis Enrique respira, pero su falta de acierto le puede condenar en una competición que no espera a nadie como la Champions.