Luis Daniel Córdova
Luis Enrique fue campeón de la Supercopa de Europa con el PSG sin pretemporada de quince días. El técnico español prefirió darles descanso a sus jugadores antes de exigirlos al máximo en la justa europea. Es por ello, que el duelo con Nantes, era el inicio de una temporada diferente, aunque las necesidades de ganar sean las mismas.
Quedaron fuera del once algunas piezas fundamentales en el triplete del pasado curso como Dembélé, Kvaratskhelia, Marquinhos, Hakimi, Nuno Mendes, Pacho o Doué. Además, probó a darle galones a Kang-in Lee y Gonçalo Ramos, pero no contó en la convocatoria con Marco Asensio y Carlos Soler. Los dos volvieron de cesión este verano y buscarán una salida antes de que finalice el mercado de fichajes.
El ‘rey’ de Francia arrancó una nueva temporada en la que quiere hacer historia. Su primer paso, en Nantes, que no sería nada sencillo. Aunque los de Luis Enrique tardaron poco en carburar y hacerse con el dominio del juego, su rival esperó aún menos para desplegar un auténtico muro.
Nantes siendo local, le cedió la posesión, que llegó a ser del 77% para los parisinos y formaron una muralla inexpugnable que cerró sin goles la primera mitad del encuentro. El cuadro parisino dibujó un ataque, moviendo la bola de un lado a otro, pero no encontró puerta. Lo más destacado, un disparo de Gonçalo Ramos que golpeó en el travesaño después de que Lopes rozase el esférico con la punta de los dedos.
Luis Enrique dejó las pruebas a un lado en el complemento. Metió a Dembélé, Doué, Hakimi y Nuno Mendes. Lavado de cara que notó el equipo al instante, aunque el gol llegó de uno de los titulares, Vitinha. La mala fortuna del PSG acabó con un golpe de suerte. Y es que el luso sacó un latigazo desde la frontal que acabó entrando en la meta local tras chocar en la zaga.
Así, el campeón de la Champions League pisó el freno en los últimos compases, culminando con 1-0 una victoria que se sufrió durante una hora. El dominio del PSG sigue siendo inmenso, así como el talento de Vitinha; más que candidato para llevarse el Balón de Oro.