Luis Daniel Córdova / Enviado Especial, Miami
Podría decirse mucho de la inaguración del Mundial de Clubes. Que fue una fiesta para el hincha de Las Garzas, para los latinoamericanos de Miami o la propia FIFA. Sin embargo, hay que admitirlo. Inter Miami la sacó barata. Fue 0-0 ante Al- Ahly de Egipto, dejando más dudas que certezas en el equipo de Lionel Messi.
El campeón de la Confederación Africana fue mucho más y si no hubiera sido por Oscar Ustari, hubiera dado el golpe en el Hard Rock Stadium, que por cierto, no merecía tanta belleza para tan poco fútbol. Inter Miami lento, timorato, dubitativo. Salvo Lionel Messi intentaba algo diferente, le faltaba algún socio para el toque y el desequilibrio. Sin vértigo, ni velocidad, las aproximaciones de Las Garzas, se fue apagando.
Mejor arranque tuvieron los egipcios, con la velocidad y contraataque de Abau Ali, Mahmoud Trezeguet y Ashour. El segundo, erró un penal a los 43 minutos que pudo cambiar la historia. Hubiera sido el golpe a la polla, o el baldazo de agua fría para Messi y compañía.
En el complemento, el balón también fue de Inter Miami pero seguía teniendo aproximaciones hasta que llegó un tiro libre de Messi que rozó el poste izquierdo de Mohamed El Shenawy. El balón parecía haber ingresado, el grito de ilusión del hincha de Las Garzas que se apagó en un abrir y cerrar de ojos.
Quedará en el recuerdo, la sensacional corrida de Lionel Messi desde su área para defender una contra egipcia cuando se jugaba el minuto 95. Un empate con sabor a poco para Inter Miami, que pide ver la mano del técnico Javier Mascherano.
Se inició la Fiesta del Mundial de Clubes en el Hard Rock de Miami.
Imponente marco de ceremonia inagural para tan poco fútbol. Le faltó gol a la fiesta.